Poco antes, el expresidente había salido del hospital en Brasilia donde se encontraba ingresado desde el martes tras haberse sentido mal, constató un fotógrafo de la AFP.
El líder de la derecha y ultraderecha brasileña fue condenado la semana pasada a 27 años de cárcel por haber tramado un golpe de Estado contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Cumple prisión preventiva domiciliaria desde agosto, bajo estrictas medidas de vigilancia policial.
Evaluación periódica
En un boletín, el hospital DF Star dijo que Bolsonaro llegó el martes al centro "deshidratado, con elevación de la frecuencia cardíaca y caída de la presión arterial".
"Los exámenes evidenciaron persistencia de anemia y alteración de la función renal".
Tras ser tratado con hidratación y medicamentos vía intravenosa, los síntomas mejoraron y el expresidente recibió el alta, indicó posteriormente el hospital.
Seguirá bajo acompañamiento médico, agregó.
El diagnóstico de cáncer sin embargo tuvo que ver con unas pruebas que se realizó el pasado domingo, cuando le extrajeron varias lesiones de piel sospechosas.
De las siete lesiones analizadas, "dos dieron positivo al carcinoma", indicó Birolini, que explicó que en adelante el exmandatario requiere "acompañamiento clínico y evaluación periódica".
Malestares frecuentes
Bolsonaro ha acusado en los últimos meses frecuentes malestares, especialmente hipos crónicos y vómitos.