El republicano de 79 años dijo que Kirk era "sobre todo un devoto esposo, padre, hijo, cristiano y patriota", y agregó que "fue asesinado violentamente porque habló por la libertad y la justicia. Por Dios y la patria. Por la razón y el sentido común”.
"Hace menos de dos semanas, nuestro país fue despojado de una de las figuras más brillantes de nuestra época", declaró Trump ante la multitud.
El tributo, celebrado en un estadio de Arizona, atrajo un extraordinario nivel de atención mediática, comparado incluso por algunos medios con un funeral de Estado, para el que se ha desplegado un fuerte dispositivo de seguridad.
Antes de Trump, miles de asistentes escucharon los discursos del secretario de Estado Marco Rubio, el secretario de Defensa Pete Hegseth y otros funcionarios.
Algunas figuras políticas calificaron la muerte de Kirk como un momento crucial en el movimiento conservador, exhortando a sus seguidores a terminar la labor que él comenzó en un lenguaje a veces agresivo.
No tienen ni idea del dragón que han despertado. No tienen ni idea de lo decididos que estaremos a salvar esta civilización, a salvar Occidente, a salvar la república."
"¿Pensaron que podían matar a Charlie Kirk? Lo han hecho inmortal", dijo el principal asesor de Trump, Stephen Miller. "Han inmortalizado a Charlie Kirk, y ahora millones llevarán adelante su legado”.