"Queremos encontrar un consenso bipartidista (...) que realmente satisfaga las necesidades del pueblo estadounidense en materia de salud, seguridad y bienestar económico", dijo Hakeem Jeffries, líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes.
"Espero que evitemos el shutdown", añadió el domingo en ABC.
Cerca de un nuevo
shutdown
El gobierno federal está al borde de su 15º cierre parcial desde 1981, ya que los legisladores no han logrado ponerse de acuerdo sobre un plan de financiación discrecional —el dinero que se asigna a través del proceso presupuestario anual del Congreso— para el nuevo año fiscal, o cerca de una cuarta parte de los 7 billones de dólares del presupuesto estadounidense.
Si el Congreso no actúa, miles de trabajadores de la administración federal, desde la NASA hasta los parques nacionales, podrían ser despedidos y una amplia gama de servicios se verían interrumpidos. Los tribunales federales podrían tener que cerrar y las subvenciones a las pequeñas empresas, retrasarse.
Johnson calificó las exigencias de los demócratas de "escandalosas", y afirmó que los trabajadores del gobierno y las personas que dependen de los servicios públicos se verán perjudicados.
"Está bien que haya debates y disputas partidistas, pero no se puede tomar a la gente como rehén de sus servicios", señaló.
En marzo, ante la amenaza de una parálisis gubernamental, los republicanos se negaron a dialogar con los demócratas sobre los recortes presupuestarios y los despidos de miles de empleados públicos.
Diez senadores demócratas, incluido Schumer, votaron entonces a regañadientes a favor del proyecto de ley republicano para evitar un shutdown.
Las batallas por las parálisis presupuestarias del gobierno federal se han convertido en una característica habitual de la política estadounidense tanto durante gobiernos republicanos como demócratas en un Washington cada vez más polarizado.
Con información de AFP y Reuters