Si trabajas en una oficina o haces home office, lo más probable es que uses la computadora todo el día. Respondes correos, asistes a reuniones por videollamada, preparas presentaciones, analizas datos, redactas documentos… y repites. Ahora imagina que tu computadora pudiera ayudarte con todo eso. No con una app más, ni con una pestaña abierta al lado del Excel, sino desde su propio corazón. Eso es una AI PC.
¿Para qué quiere una empresa computadoras con Inteligencia Artificial?
Hoy, tu computadora ya no tiene que ser solo una herramienta que sigue órdenes, sino una compañera de trabajo que anticipa lo que necesitas. Eso es lo que ofrecen las AI PC, computadoras con inteligencia artificial (IA) integrada en su hardware, que están revolucionando cómo trabajamos.
Cada vez más empresas en el mundo están migrando hacia estos dispositivos. ¿Por qué? Porque permiten hacer más, mejor y más rápido. De hecho, la encuesta The Innovation Imperative , mostró que el 87% de las organizaciones está en proceso o planea hacer esta transición en su próximo ciclo de actualización.
Ejemplos de oficina (o casa), no de ciencia ficción
Un AI PC puede transcribir una junta en tiempo real, sin importar si fue presencial o por Teams. No necesitas grabarla ni tomar notas a lo loco. Termina la reunión, y en segundos tienes un resumen con los acuerdos clave, en el idioma que prefieras, y una lista de tareas.
¿Buscas un archivo pero no recuerdas el nombre? Con búsqueda inteligente, tu equipo entiende lo que necesitas y lo encuentra entre miles de documentos, sin importar si los creaste tú o alguien más del equipo hace meses.
¿Tienes que preparar una presentación? Tu AI PC puede estructurar las ideas, sugerir el tono, y hasta escribir los títulos de las slides. También puede ayudarte a redactar correos en varios idiomas, crear mensajes para clientes en WhatsApp o Teams, o detectar patrones en datos de ventas que antes habrían pasado desapercibidos.
Y todo esto no sería posible sin el verdadero motor detrás del cambio: chips especializados con unidades de procesamiento neuronal (NPU) capaces de ejecutar tareas de IA directamente en el dispositivo, sin depender de una conexión a internet. Gracias a este “cerebro extra” dentro del equipo, hoy una PC puede transcribir una reunión, anticiparse a tus correos o ayudarte a contar una mejor historia visual. De hecho, una de las ventajas más importantes de las AI PC es que permiten ejecutar tareas de IA de forma local –o sea, sin la necesidad de una conexión a wifi–, lo cual es fundamental para sectores donde la seguridad y la privacidad son prioridad, como salud, finanzas o legal.
Trabajo híbrido o en oficina, sin fricciones
Las empresas que ya usan AI PC reportan algo muy simple: trabajan mejor. Los departamentos de tecnologías de la información (TI) dedican menos tiempo a resolver fallas, porque estos dispositivos pueden detectar problemas antes de que ocurran. Las y los colaboradores, sin importar si están en la oficina o en casa, cuentan con herramientas que se adaptan a sus flujos de trabajo y los hacen más productivos.
Además, hay beneficios reales para el negocio. Según el mismo estudio, quienes adoptan esta tecnología pueden lograr hasta 213% de retorno de inversión (ROI) en tres años, además de reducir hasta en 65% el tiempo dedicado a la gestión de dispositivos. Esto libera TI y le permite enfocarse en tareas más estratégicas, en lugar de apagar fuegos.
Esto significa menos tiempo en tareas repetitivas y más espacio para lo que realmente importa: pensar, colaborar, innovar.
Otra ventaja increíble de las AI PC es que las empresas pueden dar mantenimiento a las computadoras de forma remota y proactiva. Imagina que estás en plena presentación y aparece la temida pantalla azul: antes, eso significaba llamar a soporte, perder tiempo y quizá hasta la reunión. Hoy, gracias a la combinación de IA y gestión remota, el sistema puede diagnosticar el fallo, descargar la actualización necesaria y reiniciarse sin que tengas que mover un dedo. El problema se resuelve mientras tú sigues trabajando.
Recuperar el control, ¿por qué la IA local es tu mejor guardaespaldas digital?
Imagina que cada vez que usas IA, tus datos salen de viaje a servidores desconocidos. ¿Aterrador? Para muchísimas de las empresas, la seguridad es la razón principal para no adoptar IA… hasta que descubren el poder de las computadoras con inteligencia artificial. La clave está en que procesan todo dentro del dispositivo, como un diario personal con candado: nadie más lo lee.
- Protección en tiempo real: Detectan amenazas antes de que el sistema se encienda, ideal para sectores regulados como bancos u hospitales.
- Cero nube, cero riesgos: Traducciones, resúmenes o análisis sensibles se hacen sin internet, evitando que datos críticos floten en la red. ¿Ejemplo? Abogados que usan IA para revisar contratos sin subirlos a plataformas externas.
- Recuperas lo básico: la soberanía. No dependes de conexiones lentas, costos de almacenamiento en la nube ni cambios en las políticas de privacidad de terceros. La IA local te devuelve algo invaluable: el control de tu información.
Adoptarla no es solo tecnología; es dejar de preguntar "¿quién más tiene acceso a mi información?" para enfocarte en lo que importa: trabajar tranquilo.
Prepararse hoy para el trabajo de mañana
Al llegar el momento del refresh cycle en tu empresa, elegir AI PC no es solo una actualización de hardware: es una inversión en productividad. Estos equipos no solo son más rápidos y seguros, sino que también permiten mantenimiento remoto inteligente.
Invertir en computadoras con inteligencia artificial es mucho más que una mejora tecnológica. Es una declaración: queremos que nuestra gente —esté donde esté— tenga las mejores herramientas para hacer su trabajo. Que tengan más tiempo para pensar, crear, colaborar. Y que la tecnología deje de ser una carga y se convierta, por fin, en una aliada real.
Porque cuando la tecnología deja de estorbar y empieza a impulsar, no solo trabajamos mejor: tomamos decisiones más inteligentes, avanzamos más rápido y liberamos el verdadero potencial del talento humano.
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Nota del editor: Ana Peña es directora de comunicación para Intel Américas. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.
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