Trump llamó entonces a Israel a detener "inmediatamente" sus bombardeos en Gaza, pero el ejército israelí prosiguió sus ataques, causando el sábado cerca de 60 muertos, según la Defensa Civil local.
"Ha habido una clara disminución en el número de bombardeos aéreos [desde la noche del sábado]. Los tanques y vehículos militares se han retirado un poco, pero creo que se trata de una maniobra táctica y no de una retirada", dijo a la AFP Muin Abu Rajab, un habitante de Gaza.
Netanyahu afirma apoyar el plan de Trump, aunque aseguró que su ejército se mantendrá en la mayor parte de la Franja de Gaza, que controla en un 75 % aproximadamente.
El presidente estadounidense afirmó el sábado que Israel había aceptado una primera "línea de retirada" a una distancia de 1.5 a 3.5 km dentro del territorio palestino. En cuanto Hamás la acepte, un alto el fuego "entrará inmediatamente en vigor", aseguró.
El ataque del 7 de octubre provocó la muerte de 1,219 personas del lado israelí, en su mayoría civiles, según un balance elaborado por AFP a partir de datos oficiales.
De las 251 personas secuestradas ese día, 47 siguen siendo rehenes en Gaza, de las cuales 25 han muerto, según el ejército.
La ofensiva de represalia israelí ha causado al menos 67.000 muertos en Gaza, en su mayoría civiles, según las cifras del Ministerio de Salud de Hamás, consideradas fiables por la ONU.
La ONU ha declarado la hambruna en una parte de Gaza y sus investigadores afirman que Israel comete un genocidio en el territorio palestino, acusaciones rechazadas por Israel.