El portaaviones Ford, que está conformando a su grupo de ataque completo frente a costas italianas, estará escoltado por tres destructores e incluye buques de abastecimiento diseñados para operaciones prolongadas.
El despliegue del grupo de ataque del portaaviones USS Gerald R. Ford se produce "en apoyo a la directiva del presidente de desmantelar las Organizaciones Criminales Transnacionales (TCOs) y contrarrestar el narcoterrorismo en defensa de la Patria", dijo el portavoz del Pentágono, Sean Parnell, a través de la red social X.
“Mover un elemento tan importante del poder de combate de los Estados Unidos es muy significativo debido a la compensación estratégica que representa. La Marina solo tiene 11 portaaviones. En general, solo tres están en el mar en un momento debido a la necesidad de mantenimiento y capacitación”, señala el CSIS en su reporte.
En agosto, Estados Unidos movilizó destructores, un submarino y barcos con fuerzas especiales en aguas internacionales del Caribe, con el supuesto propósito de combatir el tráfico de drogas.
Tras la llegada del grupo de ataque del portaaviones USS Gerald Ford, que se espera para la próxima semana, Estados Unidos pasará a tener ocho buques de guerra (seis de ellos destructores), tres buques anfibios y un submarino. Un total de 13 unidades navales, algo que ni siquiera ocurrió en la invasión a Panamá en 1989 o contra la isla de Granada en 1983.
Las fuerzas estadounidenses contarán con más de 700 misiles, además de unos 180 misiles de largo alcance Tomahawks, para ataques terrestres.
Al menos 57 personas han muerto en el Caribe y en el Pacífico desde que Estados Unidos inició su actual campaña sin precedentes de ataques letales en la región, el 2 de septiembre.