OPINIÓN: La transformación digital como estrategia de negocio

Las empresas mexicanas (multinacionales y PyMES) deben considerar el modelo de Industria 4.0 dentro de sus planes estratégicos.
Revolución industrial 4.0 Revolución industrial 4.0 (Foto: PhonlamaiPhoto/Getty Images/iStockphoto)

Nota del editor: Francisco Manuel Barranechea es Director de Industria en everis México. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas de su autor.

(Expansión) – A nivel mundial, México se encuentra en una posición privilegiada, no solo por ubicación sino también por sus relaciones comerciales. Hoy por hoy, sostiene 44 tratados de libre comercio y es uno de los 15 principales países exportadores que envía artículos manufacturados, petróleo, minerales y productos agrícolas al extranjero (el 80% de sus operaciones tienen como destino Estados Unidos).

En ese sentido, en los últimos cinco años se han recibido cifras importantes de inversión directa en sectores como: aeroespacial, automotriz, energético, retail y high-tech. Ahora bien, a nivel interno cuenta con un mercado de 120 millones de habitantes que lo convierte en uno de los más grandes, con un potencial de alta demanda que abre oportunidades de venta, de bienes y servicios, a empresas nacionales e internacionales.

Por otra parte, e independientemente del momento político del país, todos los factores descritos con anterioridad suponen una oportunidad única para el desarrollo económico sostenido del país. La inversión en nuevas plantas con tecnología de punta debe ser aprovechada para implementar una industria de alto valor añadido y posicionarnos como la “Alemania de América”.

Adicionalmente, el mercado interno de consumo deberá desarrollarse para proporcionar equilibrio al país ante cualquier efecto económico del exterior.

Tomando como referencia dichos antecedentes, el país debe mantener una industria competitiva para evitar la deslocalización de ésta en el mediano plazo. Asimismo, debe implementar la creación de un mercado laboral más sólido con el consecuente crecimiento del poder adquisitivo de los mexicanos.

Lo anterior nos permite afirmar que la industria del “low cost” (salarios bajos con trabajos calificados) tiene que desaparecer y deberá enfocarse al incremento en la productividad. De esta forma, la aplicación del enfoque de Industria 4.0 o la Cuarta Revolución Industrial podrá ser un pilar para conseguirla.

La industria 4.0 es la convergencia de dos mundos que hasta ahora han estado muy desconectados: la Tecnología de la Información (TI) y la Tecnología Operativa (OT), es decir, este concepto o filosofía es el puente que une los sistemas de producción digital y física, ya sea mediante la utilización de fábricas virtuales, de la inteligencia artificial, del Internet de las Cosas (IoT), de la tecnología 3D, etcétera, pero sobre todo, ahora tenemos la capacidad de “entender lo que las máquinas hablan” para mejorar diversos aspectos y lograr que ese valor añadido llegue al consumidor final.

nullEl modelo de Industria 4.0, además de proporcionar modelos de producción más flexibles, disminuir el uso de capital para crear productos así como permitir su personalización, supone una consolidación del entramado industrial local, ya que provocará la creación de un ecosistema de colaboración con relaciones ganar-ganar a todos sus participantes (gobierno, empresa, universidades, proveedores de servicios, etc.), dado que se fortalecerá la co-localización, que no es un concepto nuevo en sí mismo, pero que tendrá un potencial de desarrollo mucho mayor.

Las empresas mexicanas (multinacionales y PyMES) deben considerar el modelo de Industria 4.0 dentro de sus planes estratégicos. Deberá tomarse la iniciativa basada en un plan de transformación digital para no quedar rezagadas y fomentar su propia supervivencia en el tiempo. Los casos de uso para aplicar estos conceptos son múltiples e irán acordes con las exigencias del mercado.

Adicionalmente, se requerirán diversos programas gubernamentales para el desarrollo de un modelo para México, así como la participación de universidades y asociaciones sectoriales que fomenten el lanzamiento de estas iniciativas. No obstante, el principal obstáculo a vencer consistirá en la transformación interna que deban hacer las empresas (organización, personas, procesos, estrategia) para conseguir estos cambios y proporcionar valores únicos a sus clientes.

Para concluir, simplemente recordar que la tecnología disponible actualmente y en el futuro será un medio para gestionar información invaluable de los clientes y de toda la cadena de valor del negocio. Es primordial que los ejecutivos de las empresas lo entiendan y tomen las acciones necesarias para tomar el control.