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OPINIÓN: Cómo lidia Justin Trudeau con las mentiras de Trump

Tal vez Canadá no obtenga lo que quiere de un presidente voluble y disimulado como Trump, pero es firme y tiene la mirada bien fija en el objetivo de salvar al TLCAN.
vie 16 marzo 2018 10:03 AM
TRudeau canadá
Una relación cada vez más tensa La relación de Canadá con Estados Unidos sigue siendo su prioridad en política exterior y hoy más que nunca, ya que Canadá lucha por salvar al TLCAN. (Foto: Reuters)

Nota del editor: Andrew Cohen es escritor y periodista; escribe una columna nacional para el diario canadiense The Ottawa Citizen. Su libro más reciente es Two Days in June: John F. Kennedy and the 48 Hours that Made History. Ostenta la beca Global del Centro Internacional Woodrow Wilson en Washington. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas de su autor.

OTTAWA, Canadá (CNN) — En un momento extraño y sin reservas, durante un evento privado de recaudación de fondos en Missouri, Donald Trump demostró por qué los meses de negociaciones comerciales entre Canadá, Estados Unidos y México han sido irregulares, frustrantes e infructuosos.

En una conversación que sostuvo con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, Trump inventó datos sobre la balanza comercial de Estados Unidos con Canadá … y después se jactó de ello. El miércoles 14 de marzo, les dijo a los donadores del evento que había afirmado, falsamente, que Estados Unidos tenía un déficit comercial con Canadá. Al día siguiente, repitió la mentira.

De hecho, cuando el diario estadounidense The Washington Post publicó la transcripción de la conversación, Trump tuiteó: "Tenemos un déficit comercial con Canadá, como lo tenemos con casi todos los países (en algunos casos es enorme). Al P. M. Justin Trudeau no le gusta decir que Canadá tiene un superávit con Estados Unidos (en las negociaciones), pero lo tienen… casi todos lo tienen… ¡Y por eso lo sé!".

Y por eso lo sé.

Para Canadá, las jactancias, la ignorancia y la confianza de Trump no son nada nuevo. Tras un año de lidiar con él en reuniones en la Casa Blanca, por teléfono y con los negociadores estadounidenses del TLCAN, Trudeau está acostumbrado a las exageraciones y la inconsistencia de Trump e incluso a esto, las falsedades más descaradas. ( El Departamento de Comercio de Estados Unidos indicó que Estados Unidos tuvo un superávit de 2,770 millones de dólares en 2017, incluyendo al sector maderero y energético. En 2016, el Representante de Comercio de Estados Unidos dijo que Estados Unidos había tenido un superávit de 12,500 millones de dólares, no un déficit).

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Canadá es un lugar progresista comprometido con el libre comercio, la atención médica universal, la inmigración abierta, las instituciones internacionales y la reacción internacional al cambio climático. Durante la presidencia de Barack Obama, pensaban que Estados Unidos creía en muchas de estas cosas. Ahora, no.

nullAl igual que otros países, Canadá tiene que reconciliarse con un mundo en el que Estados Unidos es un aliado poco confiable en cuestiones ambientales, que no cree en la ONU ni en la OTAN, un socio comercial ofendido y un amigo que no tiene fe en nada. La geografía, la historia, la prosperidad, la necesidad… los elementos duraderos de una relación de 200 años ya no significan gran cosa.

Ahora, Washington ve con suspicacia la frontera no militarizada más grande del mundo porque les preocupa que los terroristas entren por ahí. Ahora se cree que una relación comercial de 1,700 millones de dólares al día es una amenaza para Estados Unidos, no un beneficio.

Entonces, cuando Trump distorsiona la verdad, como lo hizo el miércoles y el jueves, Trudeau suspira y se encoge de hombros. Es lo único que puede hacer. La relación de Canadá con Estados Unidos sigue siendo su prioridad en política exterior y hoy más que nunca, ya que Canadá lucha por salvar al TLCAN, que es mucho más importante para Canadá que para Estados Unidos.

Lee: A Trump le interesa terminar rápido renegociación del TLCAN

Como socio menor, Canadá pone la otra mejilla. Ha soportado desaire tras desaire, exigencias en el TLCAN que ningún país que se respete aceptaría, tales como la eliminación del mecanismo de resolución de controversias; la creación de una cláusula de caducidad y el cambio de las reglas de origen ; aranceles a los jets canadienses (que se revirtieron más tarde); la amenaza de imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio ( que dependen del resultado de las negociaciones del TLCAN ).

A cada paso, las diferencias entre ambos países se agudizan y las tensiones se agravan. No sorprende que Trump (a diferencia de Obama, quien era muy querido) sea tan impopular en Canadá que no se atreve a ir a Ottawa, sitio al que tradicionalmente se hace la primera gira presidencial.

Lee: Canadá explota contra EU por su inflexibilidad en el TLCAN

Para Trudeau, a quien Trump considera "un tipo amable y bien parecido", manejar a Trump es un desafío de todos los días. Para ello, Canadá organizó un equipo de negociadores con experiencia en el TLCAN; creó una sala de guerra en Ottawa, y unió a los partidos para salvar al TLCAN al pedirles ayuda a los conservadores de la oposición y al exprimer ministro conservador, Brian Mulroney.

Pero sobre todo, Trudeau impuso una disciplina férrea en el gobierno, lo que significa que ni los ministros del gabinete ni los altos funcionarios pueden responder a las provocaciones ni a los hostigamientos de Trump en Twitter. Por eso, ayer que Trump hizo sus comentarios, el primer ministro calló, estaba de vacaciones. La ministra de Asuntos Exteriores envió a su secretario de Prensa, quien hizo una declaración inocua.

Canadá sabe de qué se trata esto. Tal vez no obtenga lo que quiere de un presidente voluble y disimulado, pero es firme y tiene la mirada bien fija en el objetivo.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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