OPINIÓN: Tiembla Wall Street, ¿susto o debemos prepararnos para un tsunami?
Nota del editor: Roberto A. Ruarte es director y editor de Ruarte Reports. Es asesor en mercados financieros y el precursor de Análisis Técnico en Argentina y Latinoamérica. Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
(Expansión) – El miércoles y el jueves de la semana anterior, sin motivos aparentes, los principales índices bursátiles estadounidenses se desplomaron con bastante severidad, y de pronto la euforia reinante desde la asunción del nuevo presidente Donald Trump se ha visto interrumpida.
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Como siempre ocurre muchos analistas ven razones donde hay emociones, las burbujas se forman por excesiva confianza que llevan a los inversores a pagar cada vez precios más altos. En la historia hubo muchas burbujas: la de los tulipanes en 1637; la de compañía de indias del sur y la de Missisipi entre 1720 y 1725; la gran depresión del 30 con caídas de Wall Street de 1929 a 1932; la crisis con estancamiento e inflación desde 1966 a 1982; la caída de las punto com del 2000 al 2002; y la caída de real state y de Lehman Brothers en 2008/2009.
¿Cómo creen que estaban los inversores en 1637 con respecto a los tulipanes?, ¿en 1720 con la compañía de Indias del Sur en Inglaterra?, ¿en 1929 con la euforia del comercio mundial y el liderazgo de Estados Unidos?, ¿en el techo de 1966 y 1969 con el hombre yendo a la Luna?, ¿en los picos de las punto com y el descubrimiento del ADN a comienzos del 2000?, ¿con la euforia del 2007/2008 liderada por emergentes?
Sí, ¡acertó!, los inversores estaban exultantes, eufóricos, todo estaba de maravillas; así son los picos de euforia, luego los mercados cayeron y perdieron en poco tiempo entre 50 y 95% de su valor.
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Estados Unidos atraviesa por un periodo de bonanza muy importante, con un ciclo alcista bursátil iniciado en marzo del 2009 si tomamos en cuenta el Dow y el Sp500, o desde comienzos de noviembre del 2008, si nos basamos en el Nasdaq.
Pero en los dos últimos años la euforia se acrecentó, récord de niveles bajos de desempleo, de altos niveles de crecimiento, inflación controlada y Estados Unidos nuevamente con su presidente imponiendo nuevas reglas a la economía mundial, renegociando tratados como el Nafta, imponiendo aranceles a China y su Bolsa siendo la única que en el 2018 en término de dólares alcanzó nuevos máximos históricos.
Nuevamente la mano mágica del mercado hace lo suyo, ya que la sicología de los inversores es el principal componente de los precios. La semana pasada el humor mutó de euforia a cautela, luego seguramente iremos a decepción, luego a miedo y para terminar en pánico, y recién allí pasar de la euforia que fuera oportunidad de venta a la oportunidad de compra en la depresión.
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No vamos a discutir aquí los por qué de las caídas. Solo hablamos de realidades y lo concreto es que los mercados rápidamente bajaron por el elevador lo que habían subido por la escalera; el índice XLF de bancos estadounidenses está 13% debajo de los máximos que marcó en enero. Este índice nunca confirmó los máximos de otros índices como Dow, Sp500 y Nasdaq, que lo hicieron en agosto o septiembre de este año.
Los indicadores bursátiles centrales están 8% debajo de sus máximos históricos mientras los índices de small caps están 12% debajo de sus máximos registrados tan solo semanas atrás.
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Muchos inversores vieron la semana pasada cómo las pingues ganancias del 2018 se evaporaron en su gran mayoría en dos sesiones de operaciones; queda claro que miércoles y jueves pasados los mercados temblaron, cabe preguntarse si dicho temblor producirá un tsunami o fue simplemente un susto con daños limitados.
La gente ama los optimistas y denuesta a los agoreros, sin embargo, en el tema de inversiones y de su patrimonio, es mejor tomar los recaudos a tiempo y no lamentarse de ello después.
Nuestra visión considera que los techos del 2018 registrados en septiembre-octubre en los índices Dow Jones Industrial, Sp500, Nasdaq, y en enero de este año en el Dow Jones Utilities, el índice del New York Composite pueden marcar el final de una era positiva para las acciones con una parte de euforia que se transformó en burbuja.
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Podríamos al menos cerrar todo el avance desde marzo del 2009 en Dow, y Sp500 y desde octubre del 2008 en el Nasdaq 100, poniendo fin al ciclo alcista más longevo de la historia.
Si bien la economía de Estados unidos luce bien, gran empleo, gran crecimiento, inflación controlada, los valores de las acciones se han multiplicado por 3 veces en promedio en 9 años (algunas mucho más), nosotros consideramos que el ajuste es parte del crecimiento, el mercado en consecuencia debe ajustar para tomar nuevo impulso.
El tema que cuando pasa mucho tiempo sin una caída superior al 20% y más suben los precios, la consecuencia posterior es un mercado bajista más severo en precios y en tiempos que puede llevar a perder más del 40% de su valor en tres años hacia el 2021, como ocurrió en el 2008/2009, en el 2000/2002, en 1987, en 1966/1974 o en 1929/1932.
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Nosotros creemos que lo observado la semana pasada es el comienzo del algo grande en precios y en tiempos para Wall Street, y el temblor de la semana pasada se puede convertir en tsunami en los próximos días, semanas, meses y hacia el año 2021.
El mercado como siempre tiene el veredicto, pronto sabremos si fue un mero susto o si ya estamos en la presencia del primer mercado bajista desde 2008/2009 para perder más del 40% de su valor desde aquí y hacia el 2021.
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