OPINIÓN: Quitar comisiones bancarias, ¿tan fácil como parece?
Nota del editor: Manuel J. Molano ( @MJMolano ) es Investigador del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). Síguelos en su página y redes sociales: Twitter y Facebook . Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas del autor.
(Expansión) – El 8 de noviembre, Morena nos sorprendió con una idea respecto al sector bancario: prohibirles el cobro de diversas comisiones, a través de una iniciativa de ley.
Aunque las comisiones bancarias son un dolor de muelas, el sistema financiero es mucho más complejo de lo que se imagina el senador Ricardo Monreal. No es por regañarlo ni darle de manotazos, como él dice, es solo con el afán de buscar una vía que logre mejores resultados que la que él propuso. Veamos.
OPINIÓN: Finalmente llegó el momento de los bancos
La Constitución mexicana sí permite poner precios máximos, pero no está claro que aplique para los servicios bancarios. El Artículo 28 constitucional dice: "Las Leyes fijarán bases para que se señalen precios máximos a los artículos, materias o productos que se consideren necesarios para la economía nacional o el consumo popular". Una lectura estricta de la carta magna diría que "artículos, materias o productos" no incluyen a los servicios bancarios.
Las comisiones son, al final, el precio por un servicio. Sin embargo, la Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros dice que el Banco de México (Banxico) tiene la responsabilidad de emitir "disposiciones de carácter general para regular comisiones, pagos anticipados, tasas de interés, (...) y corresponderá regular de manera conjunta a la CNBV y a Banco de México".
En el caso de las comisiones por disposición de efectivo, que son las que más afectan a la población, el Banxico en 2010 emitió una circular para evitar los dobles cobros, es decir, que al usuario le cobrara el emisor de la tarjeta y además quien instaló el cajero automático en red. Sin embargo, estas no son las únicas comisiones que existen: las hay por disposición de créditos, retiros en efectivo, consulta de saldos, entre otros. De hecho, México es uno de los países donde el rubro de comisiones genera más ingresos para el sector de banca al menudeo.
OPINIÓN: Una polémica iniciativa sobre comisiones bancarias
Mientras en un banco como Banamex las comisiones netas (diferencia entre las cobradas y las pagadas) representan el 31% de sus ingresos, en el caso de Compartamos el mismo rubro representa solo el 3% de los ingresos. Claro, en Compartamos la tasa de interés es más alta que en otros bancos, y los servicios bancarios que ofrecen a sus clientes son muy distintos a los de bancos más grandes y tradicionales.
¿Dónde está la comisión óptima para que el sector crezca, los usuarios estén contentos y la economía crezca?
Es imposible saberlo, tanto para un economista, para un banco en lo individual, y sin duda para el Gobierno. ¿Se quiere un equilibrio donde las comisiones sean más baratas? Bueno, pues eso puede tener otros costos, en términos de cómo se presta el servicio. Si se impone el precio, tal vez los bancos deciden no poner tantos cajeros en ciertos lugares, pues la comisión cobrada no cubre el riesgo de tener efectivo ahí sentado a media calle en una caja de fierro.
Lee: La banca en México rechaza que exista usura en cobro de comisiones
Como en otros negocios en red, se necesita algún tipo de regulación asimétrica. Si el banco es grande y tiene una red gigantesca, hay que penalizarlo si no le presta sus cajeros a los demás. Hay que gravarlo, por ejemplo, si las comisiones están fuera de parámetros internacionales, o fuera del rango para un mercado en el que cada intermediario tuviera un número parecido de cajeros. Es más: si quiere vender algunos de sus cajeros a intermediarios más pequeños, solo para que el Estado no lo regule, pues que le llegue. Si es chiquito, deberíamos penalizarlo si no hizo el esfuerzo por hacer crecer su red.
¿Cómo se penalizan?
Hay varias formas. Una es castigar la tasa a la cual consiguen fondos del banco central, pero esto es poco efectivo. La mayoría de los intermediarios opera con capital propio. Pueden obligar a los bancos a tener un encaje de capital más alto (por arriba de Basilea III) si no cumplen con algunos objetivos de reducción de su dominancia en la red, o de crecimiento de su red si son pequeños. Finalmente, el Estado puede poner una tasa de impuesto sobre la renta (ISR) condicionada a que no usen su tamaño como una manera de aplastar a sus competidores.
Lee: El único mecanismo sano para bajar comisiones es la competencia: banqueros
Si el senador Monreal quiere beneficiar a los usuarios, aquí hay algunas ideas de cosas que podría hacer
1. Cancelar un servicio financiero es muy difícil. Ponga en la ley, querido senador Monreal, que si quiero cancelar una tarjeta de crédito o una cuenta de cheques, me tienen que dejar ir, sin hacer preguntas ni hacer el intento por retenerme.
2. Oblíguelos a compartir información sobre sus clientes con sus competidores, especialmente cuando no pagan sus obligaciones crediticias, pero también haga mucho más visible el puntaje en buró de cada usuario.
3. Cree las condiciones para que haya un mercado secundario de deuda de todo tipo, donde un acreditado de un banco pueda fácilmente mover su adeudo a otro, a mejor tasa. Una forma para lograrlo es bajar los costos notariales en los créditos como los hipotecarios, por ejemplo. Otra, es que el Estado use su visión de todo el sector para darle información al usuario que le permita moverse a otro intermediario financiero.
VIDEO: La iniciativa de eliminar las comisiones bancarias, ¿acierto o error?
4. El esquema de identificación biométrica que están creando los bancos debe ser universal, compartido con el Estado, y debe permitir que la gente se cambie de institución bancaria.
5. Impida las promociones diseñadas por los bancos para mantener su poder monopólico (te bajo comisiones y tasas si te traes todos tus créditos y servicios bancarios a mi institución).
6. Fortalecer el Estado de derecho. Al final, los bancos cobran hasta la risa porque nuestro ambiente de negocios es deficiente. Si la probabilidad de que asalten un cajero automático es más alta que en otros países, si hay más fraudes, si hay que usar los seguros más seguido porque hay robos, si la identidad de las personas no está clara, el sector tendrá costos de operación más altos que en otros países, y por eso los bancos cobran más en comisiones, tasas y otros cargos.
Un abrazo, senador. Sin regaños, sin manotazos.
Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión