Nota del editor: Antonio Guerrero Sánchez comentarista de cine en La Feria, Carrusel Cultural de IMER y periódico AM Querétaro. También es community manager de la revista Tec Review, que pertenece a Grupo 5M. Síguelo en su Twitter
Las opiniones expresadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.(Expansión) - Sí, Alfonso Cuarón está muy cerca de hacer historia (otra vez) para el cine nacional.
Este 24 de febrero se realizará la ceremonia de los premios Oscar y la cinta 'Roma', su tercer largometraje filmado en México, está nominada en 10 categorías, incluyendo la de Mejor Película del Año.
Hace cinco años años Cuarón se convirtió en el primer mexicano en ganar un Oscar como mejor director por Gravedad. La buena racha para los
continuó en 2015, 2016 y 2018 con Alejandro González Iñárritu y Guillermo del Toro.
Sin embargo, aunque la Academia ha reconocido el talento mexicano, la cinematografía nacional nunca ha ganado un Oscar por Mejor Película Extranjera. Nueve veces hemos sido finalistas con Macario (Roberto Gavaldón), Ánimas Trujano (Ismael Rodríguez), Tlayucan (Luis Alcoriza), Actas de Marusia (Miguel Littin), Amores Perros y Biutiful (ambas de Alejandro González Iñárritu), El Crimen del Padre Amaro (Carlos Carrera) y El Laberinto del Fauno (Guillermo del Toro).
Si alguien puede hacerle "sombra" a Roma -al menos en esta categoría- es Guerra Fría, la película polaca de Paweł Pawlikowski.
Pero el reconocimiento a la más reciente película de Alfonso Cuarón llega en una peculiar coyuntura. Por un lado los cambios que realizó la Academia desde 2016, a raíz de los movimientos #OscarSoWhite y #MeToo -para tener una membresía más plural e incluyente- fueron un factor de peso para que Roma sea
en este año.
Durante estos dos años el número de mujeres dentro de la Academia pasó de 25 a 31% y el de integrantes no anglosajones subió de 8 a 16%. Muchos de los nuevos invitados son extranjeros.
Lo anterior explicaría, junto con la intensa campaña promocional de Netflix, las candidaturas de las actrices mexicanas Yalitza Aparicio y Marina de Tavira sobre favoritas como Julia Roberts o Nicole Kidman.
Lo que nos lleva al segundo factor de cambio: la consolidación de los servicios de streaming dentro de la industria de cine. Si bien Amazon Studios logró colocar a Manchester junto al Mar entre las películas finalistas en 2017 y Netflix ya tenía un par de premios en las categorías de documental, esta es la primera ocasión que son aspirantes con una película de producción extranjera.
Todo cambio ocurre de forma paulatina, pero es inevitable. Hablando en metáforas cinematográficas, Hollywood es el Titanic a punto de
con el iceberg que representan las plataformas de distribución digital.La película mexicana Roma puede ser el factor disruptivo que necesita la industria del cine estadounidense. Lo sabremos el próximo domingo.