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OPINIÓN: La energía es un negocio

El riesgo financiero en un proyecto energético es alto y su recuperación depende del mercado disponible que pueda comprar y usar lo producido, señala Ramses Pech.
mar 05 marzo 2019 09:00 AM

Nota del editor: Ramses Pech es analista de la industria de energía y economía. Es socio de Caraiva y Asociados. Síguelo en Twitter como @economiaoil . Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

(Expansión) – Aclaro que no pertenezco o tengo afiliación alguna a partidos políticos, mis aportaciones son de estadística y análisis basado en mi experiencia de ingeniero en la industria de la energía, así como en economía para la planeación, diseño y operación (campo) en proyectos de esta índole.

La energía no es una nación, es una necesidad creada por medio del avance tecnológico del ser humano ante la necesidad de una evolución al conocimiento y tener acceso a una calidad de vida.

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La energía fue concebida desde el descubrimiento del fuego para proporcionar calor y cocimiento de los alimentos para proveer proteínas al cuerpo humano y desarrollar el razonamiento primitivo inicial natural. La evolución del ser humano los últimos 50 años ha sido tan rápido comparada con los 19.5 siglos anteriores que tenemos alguna certeza de la historia. Hoy día el ser humano depende de dos fuentes: la materia prima y su transformación.

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En la actualidad, la materia prima que mueve al mundo son los hidrocarburos (crudo/gas) y la transformación no son los combustibles como muchos pensarían, es la electricidad, que cada día está tomando una alta relevancia ante la electrificación del mundo.

La reforma energética va a permanecer prácticamente tal y como está

El dinero para la inversión de cualquier proyecto debe provenir de un presupuesto público (deuda o impuestos) o privados (asumen el riesgo) para la realización.

· Inversión Pública ligada a un presupuesto que proviene de un ingreso que la administración de una nación determina para establecer las bases del mercado para satisfacer proyectos de extracción de materias primas, infraestructura, trasformación y comercialización. Países desarrollados no destinan inversión dejando el riesgo a privados e recaudando derechos/impuestos.

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· Inversión Privada basada en el análisis de un mercado de una nación o región, dependerá del monto a invertir de acuerdo a las condiciones política, financieras, sociales y ahora en el sigo XXI de la percepción que tenga de acuerdo a indicadores financieros, certificaciones o calificaciones. Requiere tener un retorno de la inversión en un periodo determinado y mantener el proyecto de largo plazo a donde contenga libre intercambio de precios y competencia; a donde el consumidor final pueda tener decisión de cuánto o a quién comprar.

El dinero cuesta y no es gratis, buenas acciones no significan acceso al dinero en el mundo, dependerán de las buenas decisiones del negocio o empresa que tengas para llevar al cabo un mantenimiento del mercado local o mundial. Esto aplica también a naciones donde el dinero no reconoce ideología, solo aporta crecimiento donde exista una congruencia alineada al mundo. Puedes ser diferente, pero no puedes ser ajeno a las condiciones geopolíticas de un mercado cada día más reducido en el mundo.

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A nivel mundial cada país se está preparando en dos aspectos fundamentales para el 2040 en dos líneas:

· Transición de un uso mejor de la energía (eficiencia energética y seguridad energética)

· Utilización de mejores materias primas menos contaminantes y de bajo costo. (seguridad del clima, aire y medio ambiente).

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Lo anterior ha sido sustentado por el reporte de EIA llamado World Energy Investment 2018, que señala al año 2017 como el tercero consecutivo de disminución de la inversión energética mundial con eficiencia energética, el único sector de crecimiento de todas las inversiones mundiales de los diferentes mercados económicos. A pesar de una disminución del 6% en el gasto, el sector eléctrico volvió a atraer la mayor parte de las inversiones del sector energético, superando a la industria del petróleo y el gas por segundo año consecutivo, a medida que el sector energético avanza hacia una mayor electrificación, el cual dependerá mucho del tipo de materia prima para generar y la tecnología a usar.

La inversión en el mundo en energía en 2017 fue de la siguiente forma en miles de millones de dólares:

1. Generación de electricidad: 750.

2. Industria del petróleo y gas: 710.

3. Eficiencia energética: 236.

4. Industria del carbón: 79.

La inversión en electricidad se ha desplazado hacia las energías renovables, las redes de transmisión/distribución con la flexibilidad para llegar a los usuarios dentro de una sociedad demandante. Sin embargo, la inversión en energía renovable se redujo en 2017 en un 7%, a pesar de los niveles récord de gasto en energía solar fotovoltaica; y las inversiones en energía baja en carbono cayó un 10% en 2017 y no mantuvo el ritmo del crecimiento de la demanda.

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En la generación de electricidad del 2010 al 2017, en forma anual, podemos ver la inversión en miles de millones de dólares en la siguiente forma:

· Carbón/petróleo/gas: de 176 a 132.
· Nuclear: de 12 a 17.
· Renovables: de 212 a 298.

Es importante mencionar que en la distribución y transmisión de la electricidad en el mundo se ha invertido, del 2010 al 2018, de 237 a 310 millones de dólares en forma anualizada. La electricidad mueve la tecnológica y esta a la economía mundial.

Apostar por el ‘rescate’ a Pemex, ¿vale la pena?

En México debemos entender que la reforma energética no es una industria única la de hidrocarburos la que influye en el crecimiento económico del país, dependemos de la forma como obtenemos la energía para la movilidad y generación de una industria nueva de largo plazo.

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Pemex y CFE no pueden ser las únicas que asuman los riegos en un mercado energético que evolucionada cada día mas rápido de lo esperado a fuentes de energía infinita. Estas empresas deben ser la base de materias primas por medio de su extracción o compra de las mismas para su trasformación en combustibles o energía eléctrica.

El riesgo financiero en un proyecto energético es alto y su recuperación depende del mercado disponible que pueda comprar y usar lo producido. No confundir cubrir a pagar una necesidad donde alguien invirtió para competir en un mercado para tener precios accesibles a usuarios finales en el consumo de energía.

Se necesita de la inversión privada en el sector energético

La inversión pública está limitada en México ante un incremento de deuda en las empresas productivas del Estado; disminución de las calificaciones al crédito; incertidumbre interno y geopolítico; percepción y una mejor opción de diferentes países para la recuperación del dinero ante escenarios de bajo riesgo político, social y financiero. Al no tener control de estos últimos, la inversión directa en un país cae y conlleva a tener menos recursos adicionales no presupuestados, reduciendo la recaudación del dinero ante la falta de circulación del mismo dentro de la sociedad y disminuyendo el poder adquisitivo, lo que da pie a una desconfianza del consumidor.

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Entonces, la energía, su inversión, deberá ser toda del sector público, de un presupuesto que no alcanzara ante el incremento del costo del dinero y los avances tecnológicos de forma rápida.

El negocio de energía no es de buena intención, es de hechos, de tener el dinero para hacer una proyecto energético.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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