OPINIÓN: El lado amable… y el otro
Nota del editor: Esta columna se publicó originalmente en la edición 1252 de la revista Expansión, ’ 50 años, los negocios en México son nuestra historia. Especial 1969-2019', correspondiente a abril de 2019.
(Expansión) – El periodismo de negocios tiene dos caras: el lado amable, que sonríe y asiente con la cabeza, y el costado, que desconfía y saca los dientes.
Nadie explicó esa doble personalidad mejor que el periodista financiero Dean Starkman (quien trabajó en el Wall Street Journal y Los Angeles Times), en su libro 'El perro guardián que no ladró', sobre la crisis hipotecaria de Estados Unidos.
Lee. 50 años de Expansión: Nuestra historia
Starkman llama al primero “periodismo de acceso”, porque el periodista que trata bien a las empresas, los gobiernos y otras figuras de poder siempre conseguirá entrevistas. Al otro lo bautiza “periodismo de rendición de cuentas”, porque una prensa independiente, que contribuye a una sociedad democrática, debe hacer que los poderosos — sean actores públicos o privados— rindan cuentas.
Y aquí viene la paradoja que una publicación pionera y líder como Expansión tuvo, tiene y tendrá que resolver a lo largo de su existencia: acceso y rendición de cuentas son como el yin y el yang, cara y cruz, Dr. Jekyll y Mr. Hyde. No pueden existir el uno sin el otro.
El periodismo de acceso ayuda a presentar entrevistas a profundidad, cara a cara, con los personajes más poderosos, admirados y envidiados del mundo de los negocios. Sin estas conversaciones es difícil realmente entender cómo piensan y qué pretenden personas cuyas intenciones y estrategias generan todo tipo de especulaciones (muchas infundadas).
OPINIÓN: Ciudadano Slim / 50 años de la revista Expansión
Sin embargo, ante las frases edulcoradas de un entrevistado entrenado y el trabajo eficiente de sus relacionistas públicos hace falta un contrapeso. Y ahí es donde necesitamos que intervenga el periodismo de rendición de cuentas. Con investigaciones profundas y de largo plazo, la búsqueda de evidencia en documentos internos, entrevistas en off the record y otras armas, esta vertiente periodística derrumba fachadas para que sepamos la verdad sobre asuntos de importancia pública.
El gran desafío que enfrentan los editores de una revista nacional de negocios —como mis queridos colegas presentes en estas páginas— es encontrar el equilibrio entre las dos tendencias. No podemos dejar al lector sin escuchar en primera persona a los personajes más influyentes de los negocios, pero tampoco podemos hacernos los tontos ante los grandes escándalos, los manejos cuestionables.
OPINIÓN: Mientras peleamos / 50 años de la revista Expansión
En los años en que tuve el honor de liderar Expansión, un equipo apasionado de diseñadores, fotógrafos, editores y reporteros hizo grandes esfuerzos para mantener equilibrada esa balanza. Desde mandar a un editor a Minnesota un fin de semana para una plática de menos de una hora con Richard Branson (que valió una portada con la cita anti-Slim: “México es territorio Virgin”), hasta dedicar seis meses a más de 20 entrevistas en off the record con ejecutivos y exejecutivos de Nextel México para revelar prácticas cuestionables en la empresa antes de su declive y adquisición por AT&T.
Desde perseguir a Carlos Slim en un evento público para tomarle una foto de portada, en un elevador y en medio de sus custodios, hasta reconstruir el escándalo de Oceanografía y las peleas internas en los equipos de Citi y Banamex.
ESPECIAL: 50 aniversario de la revista Expansión
Por el bien de sus lectores y el periodismo nacional, espero que continúe sonriendo y asintiendo cuando toca, pero que de vez en cuando también desconfíe y muestre los dientes.
* Diego Graglia es anfitrión del podcast de Silicon Valley ‘El Valle de los Tercos’. Fue editor general de Expansión de 2013-2015.
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