De ahí que la frase “hágase la voluntad del creador en las mulas de mi compadre” no sea gratuita y tampoco única de México. Nos acostumbramos durante décadas a que “quien no transa, no avanza”, “con dinero baila el perro” o “político pobre, es un pobre político”.
Se puede o no estar de acuerdo con el presidente de la República, no obstante, en seis meses hemos podido comprobar que casi cualquier actividad económica tenía detrás una cauda de problemas relacionados directamente con la corrupción, la opacidad y el capitalismo de cuates.
OPINIÓN: El “empezar de cero” en un país cansado de la corrupción
Varias de las alteraciones de nuestro sistema económico y financiero, incluyendo la incertidumbre internacional, corresponden a la sacudida que se está dando al aparato gubernamental y a su forma tradicional de ejercer el gasto público, lo que impacta necesariamente con el comportamiento del sector privado.
¿Funcionará esta transformación de las reglas? ¿Detendrá la corrupción y hasta la eliminará? Es muy pronto para saberlo, pero es un inicio reconocer que las bases económicas nacionales estaban soportadas por una base en la que muchas fuerzas económicas tenían metida la mano en la bolsa de alguien más.
Agradezco a Expansión por la oportunidad de este espacio de colaboración. Aquí nos encontraremos.
Nota del editor: Líder de la sociedad civil y empresario. Durante ocho años encabezó el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, y presidió la Red Nacional de Consejos Ciudadanos A.C. Es miembro numerario de la Legión de Honor Nacional de México. Cuenta con cuatro doctorados Honoris Causa por su trayectoria como líder de la sociedad civil en México. Las opiniones expresadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
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