(Expansión) – En mar picado, los buenos capitanes navegan con prudencia, pero nunca se detienen. No sé si la analogía aplica para las decisiones que se han tomado en materia económica durante los últimos días, eso lo sabremos en las siguientes semanas; sin embargo, vale la pena que gobierno y empresariado se enfoquen en metas claras y objetivos alcanzables en este primer año de cambio de época.
Este es un país de paradojas y hasta de ironías: tenemos un Norte que se ha desarrollado casi sin recursos naturales y un Sur atrasado en medio de las mayores reservas de agua, flora y fauna que existen en el país. Incluso el Bajío, nuestro motor económico más reciente, ha crecido con estabilidad, al mismo tiempo que ya tiene problemas de abasto de líquido vital, movilidad, seguridad y contaminación ambiental.