En el ámbito de la protección de la propiedad industrial, debemos realizar las reformas que permitan lograr de manera integral las modificaciones estructurales en el ámbito administrativo y jurídico para fomentar el desarrollo de tecnología mexicana y, en consecuencia, incrementar la participación de connacionales en la solicitud de patentes en México y el mundo. Esto sin duda cambiaría mucho el panorama de dependencia tecnológica del país.
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Esta realidad de dependencia tecnológica muestra que, en 27 años, la tecnología registrada como solicitudes de patente en México ha crecido cuatro veces, pasando de 5,061 solicitudes en 1990 a 17,184 registros en el 2017; sin embargo, en 1990 se tenían solo 661 solicitudes de patentes de mexicanos, representando el 13% del total y en el 2017 se registraron 1,334, es decir 7.7%, con ello la participación en la tecnología registrada vía solicitudes de patente por mexicanos se redujo en un 50% dentro del contexto global.
Un componente fundamental para que la ciencia y la tecnología tenga un impacto positivo en la sociedad es la construcción de capacidades para trasferir esos conocimientos y tecnologías a las empresas, un proceso al que México debe apostar.
Nota del editor: Juan Alberto González Piñón es director de Spark UP y académico de la Facultad de Empresariales de la Universidad Panamericana. Las opiniones expresadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.
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