Hoy un negocio saludable está definido por la comunidad donde opera. Reconocer el hecho que la comunidad total es mucho más grande que una lista de empleados o clientes es clave.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) consagra el concepto del desarrollo local o hacer comunidad como una de las herramientas más relevantes para contribuir a su misión: lograr empleo con las características que definen el trabajo decente.
El trabajo llamado decente permite, según la propia OIT, la atención de las necesidades y aspiraciones económicas y sociales de la gente. Lo “económico” alude a la producción, los ingresos, los salarios, las inversiones y los mercados, mientras que lo “social” se refiere, entre otras cuestiones, a la equidad en el trabajo, el trabajo seguro, el adecuado tratamiento de los asuntos de género, la sanidad, la educación y la calidad de vida. En realidad, las aspiraciones económicas y sociales de las personas deben estar entrelazadas.
Algunos pensarán que esto de hacer comunidad suena un tanto lejano o ajeno, sin embargo, en el país hay ejemplos de empresas que en la práctica sí lo llevan a cabo.