Ahora ante lo anterior pregunto en qué parte de los commodities podemos participar ante el cambio que en menos de una década influirá en la estructura energética.
Referente a la parte del crudo deberemos cambiar la composición debido a que el crudo Maya tiene una cantidad de 3.4 a 3.8% de azufre. Debemos mejorar la calidad por medio de una mezcla rica de crudo ligero y de bajo azufre, el cual podría provenir de los campos no convencionales.
En EU actualmente del total de los 11 millones 934 mil barriles diarios de crudo, el 90 a 95% es ligero y el 84% proviene de pozos terrestres.
En México el 60 a 65% crudo pesado y 80% proviene de aguas someras (más caro que terrestre y no produce la misma cantidad de empleos).
EU empezó el cambio estructural de la utilización de la industria de hidrocarburos en 1973 y sobre el nuevo commoditi, el etanol, en 1971. En México el primer intento de mercado abierto donde el privado asume el riesgo financiero y operativo inició en el 2014 y actualmente está en pausa para despegar.
EU tardó más de 40 años en lograr lo que tiene actualmente y no con la misma cantidad de conocimiento técnico actual que existe en el mundo. México lo podría lograr a la mitad siempre y cuando realmente exista un mercado abierto debido a que hay una necesidad de la sociedad desde un punto de vista energético.
¿México cuál es tu rumbo? ¿Un ciclo sexenal o un plan de largo plazo?
Nota del editor: Ramses Pech es analista de la industria de energía y economía. Es socio de Caraiva y Asociados. Síguelo en Twitter como @economiaoil . Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
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