Esta acusación se sustenta en la información revelada por diversos medios de comunicación, según la cual, Trump habría pedido ayuda al presidente ucraniano, Volodomir Zelensky, para investigar a Joe Biden —uno de los candidatos demócratas más prominentes a las elecciones de 2020. Por su parte, Trump ha reconocido que la conversación tuvo lugar, pero ha desmentido que en ella hubiese algo susceptible de ser considerado traición, soborno u otros crímenes o delitos graves —esto es, lo que la Constitución estadounidense señala como causa petendi. Una causa que gana enteros, al desvelar la transcripción de la citada conversación que Trump le pedía a Zelenski que presionara a la Fiscalía General para que el hijo de Biden fuese investigado.
En definitiva, es razonable pensar que hay motivos suficientes para investigar y plantearse la posibilidad de un juicio político a Trump
Quizá sea lo procedente y quizá su salida de la Casa Blanca por este motivo esté justificada. O quizá no, y lejos de tratarse de un ejercicio de ardor patriótico, esto es pura y simplemente una jugada política; jugada que, dicho sea de paso, lleva intentando el Partido Demócrata desde la elección de Trump. Así lo han manifestado sectores cercanos al presidente y al Partido Republicano quienes ven en este impeachment un caso de ventajismo político, además de un pobre servicio a los intereses nacionales, dado que vulnera el poder y prerrogativa de la Presidencia.
Haya o no causa suficiente que justifique el impeachment, lo verdaderamente relevante en este asunto es el impacto que éste podría tener en el escenario político de campaña electoral. Es en este contexto donde es preciso señalar que, en ocasiones, lo justo es enemigo de lo inteligente.