Aunque no está bien claro si Trump o su abogado, Rudy Giuliani, violaron la ley al saltarse los canales oficiales para negociar con Ucrania, gran parte de la conducta que se ha dado a conocer parece poco ética cuando menos, ajena a la actividad diplomática regular y de un alcance mucho más amplio de lo que parecía al principio.
El martes, el abogado de Giuliani le informó al Congreso que el ex alcalde de Nueva York impugnará la orden de comparecencia ante la cámara baja como parte del procedimiento de destitución. La Dirección de Administración y Presupuesto tampoco tiene pensado entregar los documentos que requirieron las comisiones actoras, de acuerdo con una vocera.
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De acuerdo con fuentes que conocen el testimonio de Hill, también dijo que Bolton le advirtió que no se dejaría enredar en lo que tildó de "negocio de drogas" que se estaba gestando en Ucrania a través de Sondland y Mick Mulvaney, entonces jefe interino de despacho de la presidencia.
Una fuente señaló que Hill, a quien Trump designó, consideró que había "malos manejos" en el enfoque de la presidencia respecto a Ucrania y trató de informar a las autoridades.
A Hill le preocupaba que Giuliani estuviera dándole la vuelta al Departamento de Estado para concretar lo que algunos demócratas llamaron "proyecto de política exterior paralelo" al intentar destituir a la embajadora de Estados Unidos en Ucrania, Marie Yovanovitch, y al presionar a Ucrania para que les abrieran una investigación al ex vicepresidente, Joe Biden, y a su hijo, Hunter. No hay pruebas de que alguno de los dos haya actuado mal en Ucrania.
Kaitlin Collins, Jeremy Herb, Betsy Klein y Jeremy Diamond, de CNN, contribuyeron con este reportaje.