Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

México hacia el futuro

Los mexicanos tenemos que analizar dónde estamos y cómo hemos llegado a este punto; qué ha servido y qué ha fallado, dice Mauricio Hubard.
mié 30 octubre 2019 10:09 AM
©GRACIELA LÓPEZ/CUARTOSCURO.COM
Lograremos el México del futuro con esfuerzos conjuntos, exigiendo al gobierno una visión y actuación de Estado, a los empresarios un compromiso de responsabilidad social real, dice Mauricio Hubard.

(Expansión) - Los mexicanos tenemos que hacer un intenso análisis de cual es el país que queremos y necesitamos hacia el futuro, tomando en cuenta a todos los sectores de la sociedad. Estamos en tiempo, pero hay que darse prisa, realizar un trabajo impecable, lograr consensos basados en realidades y empatía.

¿Que México queremos ver en 25 y 50 años?

Publicidad

Independientemente de las ideologías, afiliaciones políticas, tendencias económicas, si somos de izquierda o derecha, hay puntos en los que seguramente podemos coincidir, por ejemplo:

· Un país sin pobreza.
· Educación y salud de primer nivel para todos.
· Crecimiento económico alto y que se refleje en bienestar para todos los mexicanos.
· Un México en donde la gran mayoría de su gente sea de clase socioeconómica media.
· Una base empresarial muy importante, con un creciente numero de empresas exitosas de todos tamaños.
· Que genere confianza total a las inversiones.
· Un México seguro.
· Un país sin corrupción.
· Con estado de derecho.
· Una nación que aproveche las enormes riquezas con las que cuenta, recursos humanos, recursos naturales, posición geográfica, pero con responsabilidad.
· Ser potencia económica y ejemplo de transformación social, con adaptación a las diferentes circunstancias de los nuevos tiempos.

Antes de poder planear a dónde queremos ir, tenemos que analizar dónde estamos y cómo hemos llegado a este punto; qué ha servido y qué ha fallado.

Publicidad

La generación de riqueza que el mundo ha logrado en los últimos 50 años es impresionante, como lo es la desigualdad en la distribución de ésta.

El modelo económico ha funcionado muy bien en parte y en parte ha generado terribles resultados

Las nuevas generaciones tienen una consciencia social muy diferente y en muchos países por diferentes razones se ha demostrado esto, incluso con hechos violentos. Debemos ajustar los modelos a las nuevas realidades de forma proactiva y no reactiva a una violencia cada día más generalizada y replicada que nos obligue a hacerlo.

Algunos paradigmas con los que hemos crecido y construido el país son erróneos, es necesario reconocerlo y ajustar; un ejemplo es el tema del salario mínimo, durante más de 20 años el incremento que se realizó al mismo estuvo relacionado al nivel de la inflación ya que se tomó como válido el planteamiento de que subirlo más llevaría a una inflación mayor y desajuste económico.

Publicidad

Este gobierno aumentó el salario mínimo en un 16% al pasar de 88.36 pesos a 102.68 y en la zona de la frontera norte se duplicó; hoy la inflación esta en niveles del 3%, menor a la del 2018.

La Coparmex ya planteó incrementar el salario mínimo a 127.76 pesos para el inicio del 2020 y superar el nivel de 205 pesos para el 2024, un gran ejemplo de que se rompió un paradigma equivocado; los patrones promoviendo un pago más justo a los trabajadores, seguramente se requieren aumentos mayores, lo que tendría un impacto positivo en las familias, por lo mismo, en México.

Otro paradigma equivocado es el del sistema de la meritocracia, que básicamente consiste en que cada uno obtiene su posición socioeconómica por los méritos individuales, premiando los esfuerzos, preparación, trabajo y capacidades individuales.

La meritocracia, si bien suena lógica en sus bases, es una de las principales causas de la desigualdad que tanto lastima. En justicia social, el único planteamiento donde podría tener cabida la meritocracia es si todos naciéramos en las mismas condiciones, con las mismas oportunidades, lo que es una utopía.

¿Como lograr el México del futuro?

Lograremos el México del futuro con esfuerzos conjuntos, exigiendo al gobierno una visión y actuación de Estado, a los empresarios un compromiso de responsabilidad social real que se vea reflejado en la vida de sus trabajadores y comunidades, a los partidos políticos una apertura real de diálogo, a la academia presentar diferentes opciones viables a los problemas que enfrentamos, a los sindicatos una representación real de los intereses de sus agremiados con entendimiento de los factores productivos, a la sociedad un involucramiento mucho mayor en temas de las comunidades, del país, etcétera.

Se requiere abrir mesas de diálogo plurales, integradas por expertos en los diferentes temas, con apertura al análisis y generación de ideas, estudiar modelos de éxito en otros países, lograr consensos.

Es preciso hacer un gran esfuerzo nacional que anteponga el futuro de México a los intereses gremiales de corto plazo.

Tenemos todo para lograrlo, es momento de actuar, de promover el cambio, de exigir como sociedad, de involucrarnos. También suena utópico, pero hay grandes casos de éxito a nivel internacional que empezaron por cuestionar este tipo de cosas, promover estos diálogos, llegando a acuerdos. Es responsabilidad de cada uno de nosotros el construir el México del futuro.

Hay un tema que es básico y necesario para el futuro que se plantea, llevar a cabo una reforma fiscal a fondo, que rompa paradigmas perversos, que siente las bases del desarrollo social y económico en el corto, mediano y largo plazo. Ese, es un tema para otro artículo.

Nota del editor: Mauricio Hubard es Fundador y Presidente de Juntos Financiera , estudió Relaciones Industriales en la Universidad Anáhuac, es graduado de la escuela de Negocios de Harvard (Harvard Business School) donde realizó su Maestría Ejecutiva y es miembro activo del Harvard Alumni Association. Ha tomado diversos cursos en esta universidad relacionados con Microfinanzas, Gobierno Corporativo, Desarrollo de Instituciones Financieras, entre otros, también de Responsabilidad Social de las Empresas por la Universidad de Stanford y el ESADE de Barcelona. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas del autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad