Algunos ejemplos son el brexit en Reino Unido, marchas en Cataluña, chalecos amarillos en Francia, manifestaciones en Rusia a favor de libertades personales, marchas con cierre de aeropuerto y metro en Hong Kong, marchas multitudinarias en Chile que han dejado muertos, manifestaciones en Nicaragua, Bolivia y Guatemala, incluso la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
En cada caso son motivos diferentes los que han causado todos estos eventos, no hay un claro común denominador como lo hubo en 1968 con las protestas estudiantiles en el mundo.
Pero sí podemos llegar a conclusiones del por qué está sucediendo todo esto: es en general una clara reacción antisistema, de cansancio por la impresionante desigualdad en la distribución de la riqueza, de hartazgo de presencia de la corrupción sistemática, de opresión de libertades y derechos humanos, cualquiera que se tenga en cada caso.
Sin duda también hay efectos relacionados a la crisis económica y financiera del 2008 que impactó en diferentes regiones del mundo, provocó daños a economías, desempleo, deudas impagables, etcétera.
Si a los temas económicos le sumamos diferentes crisis geopolíticas como es el caso de Siria, encontramos el efecto de fuerte migración en varios países, parte por la búsqueda de oportunidades de trabajo y parte por escapar de la violencia que ha causado la muerte de cientos de miles de personas.