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Colesterol del malo y del bueno, ¡Una gran oportunidad!

La subcontratación es como el colesterol porque hay malo y hay bueno, dijo la titular de la STPS Luisa María Alcalde, mientras expuso que faltan reglas claras al respecto, recuerda Gerardo Calderón.
mié 11 diciembre 2019 10:17 AM
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Habilidades blandas, pensamiento crítico o conocimiento digital serán requisitos imprescindibles para encontrar empleo.

(Expansión) - “La subcontratación es como el colesterol debido a que hay malo y hay bueno, y lo que hace falta son reglas claras de cuándo se vale y cuándo no”.

Esta frase marcó no solo la postura de la secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde Luján; sino de la visión que este nuevo gobierno tiene sobre el sector de la tercerización de personal en el país.

A pesar de que mucho se temía que la 4T sería un férreo enemigo de esta industria al grado de querer desaparecerla, a un año del inicio de esta administración parece que no solo se sobreestigmatizó este temor, sino que incluso puede ser la gran oportunidad para desmanchar la mala imagen que se tiene de este modelo; que dicho sea de paso, se ha debido a las prácticas abusivas que ignoran las normativas laborales, llevadas a cabo por empresas informales o piratas.

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La separación que propone la secretaria del trabajo entre las buenas y las malas prácticas, tiene que ver con la correcta aplicación de la ley, ya que existen parámetros clave que se definieron en la reforma laboral del 2012, pero que hoy en día no se respetan. Así que, como coloquialmente se dice, las cartas están sobre la mesa.

No dudo, y me parece que es el objetivo de este gobierno que aquellas empresas que han funcionado haciendo un uso abusivo de este modelo estén pensando en moverse al lado formal; sin embargo, la gran oportunidad que se abre con esta nueva administración es para aquellas empresas que siempre han funcionado dentro del marco de legalidad y formalidad; como lo son las compañías asociadas a Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH), que desde su fundación ha velado por la generación de un trabajo digno y formal a través de empresas de tercerización; al día de hoy agrupa a 26 empresas que ofrecen estos servicios y que se encuentran dentro del llamado colesterol bueno, parafraseando a la secretaria del trabajo.

Son estas empresas que, trabajando de la mano con el gobierno, pueden y deben aprovechar estos tiempos de transformación para cambiar la mala imagen que se tiene de este sector, y a la par contribuir con el bienestar, no solo de miles de personas que se encuentran laborando bajo este modelo, sino de la misma economía y en general del país.

Separar el colesterol malo del bueno no implica solo alinearse a los estándares y formas correctas de actuar que la ley demanda, claro que eso es lo indispensable, pero desde mi punto de vista su esencia debe descansar en el compromiso social, moral y ético que estos jugadores empresariales demuestren tener.

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Estar en la formalidad no debe ser la opción para permanecer vigente en el mercado, sino que debe ser un nuevo estilo de vida empresarial que se ocupe y quiera lo mejor no solo para ellos, sino para todos los jugadores por igual.

De acuerdo con cifras de la secretaría, el outsourcing creció 40% en cuatro años debido a que fue mal utilizado por muchos empleadores para evadir obligaciones laborales; pues bien, estamos ante la oportunidad de hacer un corte de caja y trabajar en transferir ese porcentaje a empleos formales, impulsando no solo desde el lado empresarial, sino también como sociedad consciente e informada, involucrándonos y ocupándonos de saber sobre nuestros derechos como trabajadores, cuáles son las prestaciones que por ley nos pertenecen, así como los beneficios sociales que tenemos por formar parte del mercado formal, pero sin olvidarnos que todo derecho conlleva una responsabilidad y en este caso se refiere a comprometernos con nosotros mismos y con la realidad del país, para desterrar los malos hábitos que por décadas hemos tenido, y jugar como sociedad un papel más proactivo en la vida económica y pública del país.

Seamos tanto personal como empresarialmente colesterol del bueno.

Nota del editor: Gerardo Calderón Mosqueda es profesional con más de 15 años de experiencia en el mercadotecnia, comunicación y arquitectura de marca para compañías globales de servicio. Actualmente es presidente del comité de comunicación de la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH). Síguelo en Twitter y en Linkedin . Las opiniones expresadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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