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2020: Polarización y ensanchamiento de la grieta política y social

Las perspectivas no son nada halagüeñas, por lo que habrá que esperar un año 2020 rijoso y de mayor polarización política, opina Horacio Vives Segl.
mié 01 enero 2020 09:00 AM
polarización - ensanchamiento de la grieta - sociedad mexicana
Por primera vez en muchos años, México se separa de la tendencia de crecimiento de su principal socio comercial, Estados Unidos, lo cual indica que el mal desempeño económico del país es endémico, considera Horacio Vives.

(Expansión) – De manera general, lo que va a caracterizar el año 2020 en México es la profundización de la grieta política y social que divide a los mexicanos. Alimentada por el discurso maniqueo del gobierno, la polarización seguirá avanzando, en vez de construir espacios comunes que llamen a la unidad, las coincidencias y la reconciliación.

Señalo a continuación una breve lista de los principales temas políticos a los que habrá que poner atención a lo largo del año 2020.

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Consolidación del proyecto político lopezobradorista ¿nueva Constitución?

En diversas ocasiones -la más reciente, durante el discurso alusivo al primer aniversario de gobierno- el presidente Andrés Manuel López Obrador ha hecho énfasis en que desea asegurar que la instauración de su orden político sea difícil de revertir por parte de los opositores.

Bajo el discurso del centenario, de lo “desactualizada” que se le percibe, de las reformas que se han desmontado producto del Pacto por México y de lo desbordado de su articulado y contenidos, promulgar una nueva Constitución pudiera ser una tentación en la que podría caer López Obrador.

En esa lógica, no hay que descartar que al estilo de lo que hizo Hugo Chávez en Venezuela, Rafael Correa en Ecuador o Evo Morales en Bolivia, López Obrador detone la creación de una nueva, su Constitución, para petrificar su proyecto hegemónico populista.

El lopezobradorismo deberá calcular si los resultados elecciones intermedias de 2021 podrían dejarlo con menos espacios políticos para detonar en el año que arranca un nuevo proyecto constitucional o si con más recursos políticos, podría esperar a la segunda mitad de gobierno.

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Uso político del presupuesto

El presupuesto recientemente aprobado corresponde al primer ejercicio que el lopezobradorismo diseñó y aprobó sin restricción alguna.

Sin entrar en los detalles finos, hay algunos sesgos políticos en los que hay que poner atención: no es un presupuesto de ninguna manera austero (crece 0.8% en términos reales respecto al del ejercicio fiscal inmediato anterior); trata de asfixiar financieramente a organismos constitucionales autónomos; privilegia el gasto clientelar, al fondear generosamente los programas prioritarios del presidente, a quien adicionalmente le permitirá asignar discrecionalmente el presupuesto residual.

Es obvio que los presupuestos definen las prioridades y perfiles de gobierno; en este caso, el perfil clientelar del gasto adquiere proporciones preocupantes.

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Embate contra los órganos autónomos

El lopezobradorismo es adverso a la rendición de cuentas y al equilibrio de poderes. Eso ha quedado claro con los nombramientos que en 2019 se realizaron para las tres vacantes de las Suprema Corte y de los titulares de órganos constitucionales autónomos.

Ya sea a través de nombramientos indeseablemente afines y cercanos al gobierno -el caso más escandaloso fue el de la titular de la CNDH-, o atacándolos presupuestal y mediáticamente, o en el extremo, desaparecerlos -como en el caso del INEE- el lopezobradorismo ha sistemáticamente debilitado a las instituciones que tienen funciones de Estado que deberían estar fuera de la órbita del Poder Ejecutivo.

Bajo esa lógica y consistencia, es de esperarse que durante 2020 se mantenga la posición de avanzar sobre los órganos autónomos. No hay que olvidar en que abril de 2020 se renovarán dos comisionados del INAI y cuatro consejeros electorales del INE.

Elecciones

La competencia electoral será muy acotada. Solamente dos estados tendrán elecciones el 7 de junio de 2020. En Coahuila se renovará el Congreso Local y en Hidalgo se renovarán los ayuntamientos.

Aproximadamente, 4.9 millones de ciudadanos mexicanos podrán salir a votar este año. El PRI es el partido que más tiene que defender los cargos en disputa. Ahora bien, a fin de año arrancará el proceso electoral que llevará a las importantes elecciones del 6 de junio de 2021, en las que se renovará la Cámara de Diputados y habrá algún tipo de elección local en todas, las 32 entidades federativas del país, incluidas 15 gubernaturas.

A mediados de año, se sabrá qué organizaciones políticas cumplieron satisfactoriamente con los requisitos legales para que el INE les otorgue la personalidad jurídica de nuevos partidos políticos nacionales.

Política y justicia

Al menos dos casos llamarán la atención pública el siguiente año. En México, la resolución por parte de la Suprema Corte de la denominada “Ley Bonilla”.

Se verá si la mayoría del Pleno de la Corte se anima a desmontar uno de los principales fraudes a la voluntad ciudadana tras las elecciones para gobernador de Baja California.

El otro caso importante será el juicio que se desarrolle en Estados Unidos contra Genero García Luna, detenido recientemente bajo acusaciones de narcotráfico, asociación delictuosa y declaraciones falsas.

Economía y seguridad

Nada, absolutamente nada hace pensar que los dos principales lastres del gobierno, el desempeño económico y en materia de seguridad, vayan a mejorar. Con crecimiento cero y la economía estancada, es previsible que se mantenga el discurso de que el gobierno pone el énfasis en la mejor distribución del ingreso y no en el crecimiento del país.

Por primera vez en muchos años, México se separa de la tendencia de crecimiento de su principal socio comercial, Estados Unidos, lo cual indica que el mal desempeño económico del país es endémico.

Sin tener una estrategia definida en materia de seguridad, será difícil que se revieran los indicadores de violencia que se dispararon durante 2019, el año más violento e inseguro del que se tenga registro. Se espera una mayor consolidación y presencia de la Guardia Nacional.

Relación con Estados Unidos y el ámbito internacional

México seguirá siendo un jugador pasivo en el ámbito internacional. Así como el presidente no asistió a ningún foro multilateral en 2019 (llámese Davos, G-20, Naciones Unidas, COP25), ni realizó ninguna vista de Estado o viaje al extranjero es previsible que tampoco lo hará en 2020.

Eso sí, exhortará a sus contrapartes en Estados Unidos y Canadá para que se obtenga pronto la aprobación legislativa del protocolo modificatorio y entre plenamente en vigor el nuevo tratado de libre comercio de Norteamérica.

Conforme se acerque noviembre -y con ello la búsqueda de la reelección presidencial de Donald Trump- es de esperar que las relaciones con Estados Unidos se tensen.

México ha sido piñata y estandarte de campaña de Trump desde 2015. En 2019 se cedieron a presiones sobre aranceles, migrantes y organizaciones terroristas. En esa lógica, es de esperarse que México ceda a las ocurrencias que vaya teniendo Trump a lo largo de 2020.

En suma, las perspectivas no son nada halagüeñas, por lo que habrá que esperar un año 2020 rijoso y de mayor polarización política.

Nota del editor: Horacio Vives Segl es licenciado en Ciencia Política por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y doctor en Ciencia Política por la Universidad de Belgrano (Argentina). Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad del autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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