(Expansión) - Al hablar de optimización en los procesos comunicativos en el ámbito profesional, solemos abordar casi exclusivamente el tema de la comunicación entre los colaboradores dentro de un equipo de trabajo. Desde luego, para que exista una correcta organización y sinergia productiva en un grupo de trabajadores, debe haber una adecuada comunicación que permita conocer los objetivos, trazar estrategias y hacer ajustes sobre la marcha con el propósito de obtener resultados satisfactorios. Sin embargo, para que un individuo sea capaz de sostener una comunicación efectiva con sus compañeros de trabajo, primero deberá desarrollar las herramientas fundamentales para expresarse correctamente y lograr que sus ideas se traduzcan en mensajes sólidos a través de las palabras. Dicho de otro modo, para aprender a correr, antes habrá que aprender a caminar sin dificultades.
La Universidad de Chapman en California, Estados Unidos, realiza un estudio periódico en el que se encuesta a un número considerable de personas con respecto a sus miedos e inseguridades. En los últimos años, se ha constatado que el temor a hablar en público es uno de los más arraigados entre los participantes, llegando incluso a superar al miedo a morir, así como a la ansiedad producida al volar en avión. El problema es que, un profesionista que se siente inseguro al momento de expresar sus ideas, con alta probabilidad verá perjudicado su desempeño, lo cual potencialmente se traducirá en ventas frustradas, oportunidades perdidas o en la incapacidad para convencer a inversionistas sobre las bondades de un determinado proyecto.