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¿Están los niños mexicanos preparados para los trabajos del futuro?

Sólo el 1% de los estudiantes mexicanos tiene la capacidad de realizar actividades de alta complejidad cognitiva y con potencial para ocupar puestos de liderazgo.
lun 06 enero 2020 05:00 AM
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Habilidades blandas, pensamiento crítico o conocimiento digital serán requisitos imprescindibles para encontrar empleo.

El empleo cambia rápidamente y, con él, los perfiles demandados. La tecnología ha modificado la forma en la que trabajamos y los futuros estudiantes tendrán que adaptarse a cambios cada vez más rápidos y profundos, apostar por el reaprendizaje continuo. Pero la educación mexicana no se mueve a la misma velocidad.

Las pruebas lo demuestran. De acuerdo con los últimos resultados del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés) de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), sólo el 1% de los estudiantes mexicanos tiene la capacidad de realizar actividades de alta complejidad cognitiva y con potencial para ocupar puestos de liderazgo.

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En el caso de las Matemáticas, el 44% puede resolver una operación simple. En Ciencias, 53% reconoce la explicación correcta de ciertos fenómenos científicos. Pero en ambos casos, los estudiantes no están capacitados para aplicar su conocimiento a diferentes situaciones reales.

“Las ciencias y las matemáticas son condiciones de posibilidad para cualquier otra habilidad y saber. Si una persona no tiene una lógica de pensamiento, entonces es difícil que comprenda cualquier otro conocimiento que venga avante”, comenta Dafne González, coordinadora institucional del Área de Negocios de la UVM.

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México tiene varios retos en educación en el nivel inicial. "Uno de ellos es preparar a los estudiantes para una realidad más dinámica. Otro es invertir en la formación de los docentes, pues el rezago que tenemos, en comparación con otros países de la OCDE, es porque los profesores son facilitadores en una impartición vertical de conocimientos y no promotores de habilidades blandas y tecnológicas”, agrega.

Para Mateo Cuadras, director de Expansión Internacional de los centros educativos Maple Bear, los niños en México no reciben una educación que despierte en ellos un gusto permanente por el aprendizaje y que los prepare para los empleos del futuro. Según datos del centro educativo, apenas 430,000 alumnos en el país se ubican en modelos educativos que resaltan la formación integral y el uso de la tecnología en la actualización de conocimientos.

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Una cifra menor tomando en cuenta que, hoy día, 26 millones de estudiantes cursan educación básica; 2.7 millones de ellos están inscritos en escuelas privadas, y el resto en escuelas públicas, acorde con la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Por otro lado, Diego Martínez de Velasco, coordinador del Centro de Emprendimiento y Desarrollo Empresarial de la Universidad Iberoamericana, reconoce que el mundo empresarial se mueve a ritmos más rápidos que la academia. De ahí que la Ibero decidiera cambiar todos sus planes de estudio este año, y volverlos a cambiar dentro de cuatro años, para enseñar con base en las necesidades del mercado laboral.

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“El talento del futuro debe poseer pensamiento crítico, ser tomador de decisiones, expresar sus ideas de manera convincente, sensibilizarse por el medio ambiente, ser tolerante, abierto a otras culturas y hablar más de un idioma de manera fluida. Esto lo aprehenden mejor desde la niñez, y lo refuerzan en su paso por la universidad”, dice Mateo Cuadras.

Por eso, los métodos de enseñanza en México deben evolucionar. Y los educadores deben repensar su metodología para formar personas que aprendan a aprender, tomando como ejemplo otros modelos internacionales. David Fernández Dávalos, rector de la Universidad Iberoamericana, asegura que éste es el camino a seguir para preparar al talento del futuro, y para que éste pueda enfrentarse mejor a un mercado laboral incierto.

¿Cómo empezar?

1.- Habilidades blandas
Un niño que desde los comienzos de su educación se relacionó con otros niños y aprendió a comunicar sus ideas en un ambiente grupal es más dado a relacionarse de manera efectiva con sus compañeros de trabajo, y en función de los objetivos de la empresa a la que pertenece.

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2.- Conocimiento digital
Para Jared Cortés, gerente de Mercadotecnia y Relaciones Públicas de Manpower Group, las empresas que están adoptando la digitalización están creciendo, y ese crecimiento está produciendo más y nuevos tipos de empleos. No obstante, según el Foro Económico Mundial, el 65% de los niños que ingresaron a la escuela primaria en 2017 tendrán trabajos que aún no existen.

Por eso, “deben tener la capacidad de aprender nuevas habilidades para permanecer vigentes a lo largo del tiempo. Hoy día, hay niños que desde el kínder o la primaria ya exploran la codificación porque eso va a ser parte de su desarrollo en el futuro”, indica.

3.- Enfoque holístico
La formación integral atiende todas las esferas de vida de los niños: intelectual, lingüística, social, física, personal y profesional. Para Cuadras, un enfoque holístico prepara a los niños para el éxito porque no es individualista. A futuro, serán personas más equilibradas y conscientes de su entorno laboral.

4.- Método científico
Ezequiel Bardas, director de Xerox Mexicana, refiere que los empleos del futuro serán los que puedan transformar lo ordinario en extraordinario al incorporar y hacer evolucionar nuevas tendencias tecnológicas que surjan como la inteligencia artificial, la impresión 3D, IoT, etc.

En ese sentido, el talento del futuro debe forjarse incentivando la imaginación, la creación de hipótesis, experimentación, análisis de resultados e intercambio de conocimiento. Y para esto, las ciencias y las matemáticas son fundamentales.

5.- Sentido multicultural
Los educadores deben sembrar en los niños el trabajo colaborativo, la integración de culturas y habilidades y, sobre todo, el respeto a la diferencia. Porque en el mundo laboral, día a día se relacionarán con perfiles diferentes, que si bien, piensan y trabajan de forma distinta a ellos, pero que tienen un objetivo en común.

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