Si una persona gana en promedio durante toda su vida laboral 10,000 pesos al mes, va a tener una pensión de 2,800-3,000 pesos aproximadamente, a pesar de que las Afores han dado un rendimiento ya descontando la inflación desde 1997 del 5.5% real en promedio o en el 2019 dieron en promedio poco más del 10%.
Estos datos nos demuestran que el problema principal de las Afores no es la falta de rendimientos ni tampoco que sean cuentas individuales administradas por empresas privadas. Al contrario, este sistema está diseñado para que los recursos de los trabajadores se manejen de la mejor forma posible y que no tengan los problemas que tuvieron los sistemas de pensiones públicos en México, donde muchas veces la corrupción “desapareció” esos fondos.
El problema es sencillo pero a la vez complicado, es la muy baja cuota de aportación obligatoria y se debe aumentar para tenerla en al menos el 15%, manteniendo la misma proporción de aportación patronal-trabajadores-gobierno.
Para que el aumento no sea de golpe tendría que ser gradual, un lapso de 6 a 9 años y las empresas de esta forma tendrían un claro compromiso para mejorar el bienestar de sus trabajadores. No hay que darle mayor vuelta al asunto, es obligación de este gobierno atender con urgencia una reforma que permita estos cambios porque solo así los adultos mayores podrán tener un retiro digno.
La guía de las Afores para millennials | #QueAlguienMeExplique
Es preocupante que además pocas personas van a alcanzar las 1,250 semanas para tener una pensión mínima garantizada, lo ideal es que se baje a unas 650-750 semanas y además tengan derecho a atención de salud.