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¿Las finanzas públicas de México se contagiarán de coronavirus?

Es momento de que la Administración Pública Federal evalúe cómo ajustar y reasignar el gasto, opina Miguel Ángel Santibáñez.
mar 31 marzo 2020 11:58 PM

(Expansión) – Para cualquier gobierno el tema de la salud de su población es fundamental. Ante el escenario de la epidemia de Covid-19, México debe estar preparado para atender a la población afectada en un futuro inmediato, nuestro país se verá presionado, además, por la economía, el ámbito laboral y por supuesto por la necesidad de adecuar el presupuesto para poder atender todos los sectores. Las finanzas públicas se podrían contagiar con el Covid-19.

Es momento de que la Administración Pública Federal evalúe cómo ajustar y reasignar el gasto, ya que las condiciones e indicadores con los cuales se elaboró el Presupuesto de Egresos de la Federación para el presente ejercicio fiscal cambiaron por completo y de manera drástica.

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Un posible punto de partida es pensar si realmente la refinería de Dos Bocas es rentable, si la construcción del Tren Maya debe seguir, o si la construcción del nuevo aeropuerto en la base militar en Santa Lucía es lo adecuado; es momento de elaborar y ejecutar verdaderas políticas públicas que estén a la altura de la situación mundial y nacional.

Contrario a lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador dice acerca de la fortaleza de las finanzas públicas de México, los indicadores “tienen otros datos”, incluso antes de haber llegado al clímax de la pandemia. Muestra de ello son los bajos precios del barril de petróleo.

Datos publicados por la Organización de Países Exportadores de Petróleo, a inicios del mes de marzo, muestran que el barril rondaba los 51.65 dólares y para el 23 de marzo se fijó en 24.72 dólares, es decir casi un 48 por ciento menos. Este componente es fundamental debido a que parte de los los ingresos federales se fijan por el precio del barril, que para este año se había establecido en 49 dólares.

Otro elemento es el tipo de cambio, que ha sufrido fuertes variaciones en contra de nuestra moneda, alcanzando niveles históricos por encima de los 25 pesos, en contra de los 19.77 pesos a inicios de mes. Esta situación es delicada en varias vertientes, pues influye en las compras que hace el gobierno federal en el extranjero (la gasolina, por ejemplo). Por otro lado tenemos el incremento en el costo financiero de la deuda, ya que al subir el dólar nuestra deuda automáticamente aumenta.

Un indicador más es la recaudación fiscal, ya que se prevé una fuerte caída por concepto de impuestos, especialmente dos: el Impuesto sobre la Renta y el Impuesto al Valor Agregado, ambos ligados actividad comercial.

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En este sentido, al ser necesario un resguardo casi generalizado por parte de la población, la actividad comercial formal se verá disminuida, afectando a un gran porcentaje de las industrias y prestadores de servicios en el país; es decir, menos ventas y menos recaudación fiscal.

Si a esto le sumamos que algunos miembros del sector privado han solicitado abiertamente políticas fiscales en su apoyo, las arcas del gobierno se podrían ver francamente reducidas.

La situación en Estados Unidos también nos afecta. Ante la creciente propagación del Covid-19 en el país del norte, así como respuesta tardía ante la pandemia por parte de sus autoridades, la situación económica y social que se avecina impactará las finanzas públicas de México por la dependencia económica que tenemos con el vecino.

No hay que olvidar a los millones de connacionales que periódicamente envían a México sus dólares. Si al igual que en México en Estados Unidos las actividades comerciales disminuyen y existen despidos o congelamientos laborales, las remesas se verán disminuidas.

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Para ejemplificar lo que representan, sólo el año pasado se estimaron en cerca de 36,000 millones de dólares. Aunque las remesas no representan una fuente de ingreso para las finanzas públicas, sí lo son para muchas familias y aligeran ciertas presiones económicas y sociales para el gobierno.

Las finanzas públicas están en espera de su diagnóstico para saber si están contagiadas de Covid-19 y por lo tanto es necesario el actuar oportuno por parte del gobierno para que el gasto disponible se aplique de manera eficiente.

Nota del editor: Miguel Ángel Santibáñez es especialista en Finanzas Públicas de Ethos Laboratorio de Políticas Públicas. Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen excluvisamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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