En el artículo de la semana pasada, sobre la necesidad de romper paradigmas del pasado ante la nueva realidad con el COVID-19 en el mundo, lo que nos presenta grandes retos y al mismo tiempo grandes oportunidades.
El sector financiero juega en el desarrollo económico un papel fundamental, la intermediación entre el dinero y quienes lo necesitan, logra que las empresas puedan implementar estrategias de crecimiento, que los consumidores cuenten con los recursos a fin de comprar a las empresas los productos o servicios que venden (aquí la frase del inicio del artículo, la de Henry Ford cobra total sentido), a las gentes adquirir sus casas, automóviles, etcétera.
Al hablar del sector financiero, incluyo a Bancos, SOFOMES, SOFIPOS, Cajas de Ahorro, Arrendadoras, Fondos de Capital, etcétera; también está, por supuesto, la banca del segundo piso, el Banco de México, entidades gubernamentales.
Para ilustrar de una forma muy sencilla la relación entre la liquidez y la actividad productiva, pongamos un ejemplo: