Hay paradigmas con los que hemos crecido, que traspasan generaciones en México, que debemos cambiar a fin de poder salir adelante como país, retomar nuestro camino y lograr el futuro que queremos, que podemos y tenemos el potencial de crear.
Hay ejemplos de otros países y regiones que han pasado por situaciones incluso peores, y se han reinventado; podemos aprender mucho de estos, pongo dos ejemplos:
1. Europa después de la segunda guerra mundial, con países destruidos, tras ser invadidos por el enemigo; familias separadas, millones de muertos, infraestructura desecha, la moral muy baja, etcétera. Sin embargo, pasando el tiempo, lograron rehacerse en naciones con economías fuertes, planta productiva importante, creciente, sistemas políticos estables, entre muchas otras características positivas, pensemos en Inglaterra, Alemania, Francia, Japón.
2. Otro ejemplo más reciente, que no implicó una guerra de por medio (el origen sí), fue la reunificación de Alemania al caer el muro de Berlín. En noviembre de 1989 cayó el muro que dividía a Alemania en la parte oriental (controlada por la Unión Soviética) y la occidental (con un sistema de economía capitalista); aquí hay algunas grandes lecciones:
I) No pensaron en hacer dos países, en todo momento se vieron como una sola nación, y responsabilidad de todos.
II) Al caer el muro, la diferencia entre las dos regiones era abismal, la occidental con economía pujante, avances tecnológicos, empresas y empresarios importantes; por otro lado, en la oriental, la economía destruida, sin actividad productiva eficiente, sin empresarios, etcétera; totalmente diferentes, pero la actitud de los alemanes en su conjunto fue de unión, visualizaron un país unido, fuerte, una potencia económica y de primer nivel en todos los sentidos.