Existen diversos estudios que afirman que con sólo contemplar las plantas y estar en contacto con ellas mejora la salud y el bienestar. Uno de ellos, desarrollado en Philadelphia, Estados Unidos, por el Dr. Roger Ulrich, y publicado en la revista Science, analizó el efecto de estos seres vivos en pacientes con problemas de vesícula.
Se experimentó con 46 personas que necesitaban una cirugía de dicho órgano. A la mitad de ellas la hospitalizaron en habitaciones con ventanas hacia el exterior, con vista a un pequeño bosque, y a la otra mitad en cuartos sin ventanas. ¿El resultado? Las 23 que estaban en cuartos con ventanas necesitaron menos días de hospitalización y tuvieron menos problemas postquirúrgicos.
A este efecto se le llama biofilia, que es la relación que tiene el ser humano con la naturaleza, por el simple hecho de rodearse de ella y contemplarla.
Desde casa
Las plantas dotan al ser humano de oxígeno y lo protegen de componentes contaminantes del aire, como el Co2 (dióxido de carbono); aunado a que proveen alimentos saludables, como frutas, verduras y semillas.
También reducen la temperatura ambiental, crean acentos de belleza en casas y espacios públicos; dan sombra y resguardo a la fauna. Algunas fungen, incluso, como remedios caseros de ciertos malestares. No obstante, para todo ello es necesario cuidarlas: regarlas, podarlas y alimentarlas con abono, entre otras cosas. Dichas acciones benefician nuestra salud emocional.