La medición de la inversión fija bruta es importante porque muestra cómo el valor generado en la economía se invierte en vez de consumirse, y es un termómetro mensual de la confianza que los inversionistas tienen en la economía mexicana.
La crisis del COVID-19 redujo de manera drástica la actividad en el país y, por ende, la inversión cayó en picada a partir de la implementación de las medidas de confinamiento y sana distancia.
Sin embargo, se debe hacer una aclaración importante: a pesar de que la caída mensual de la inversión en abril fue la más fuerte en el registro, el indicador ya acumulaba 3 caídas mensuales consecutivas y 15 meses seguidos con niveles por debajo de lo observado el año previo.
A pesar de que la pandemia profundizó la caída, el indicador ya tenía una tendencia a la baja desde mediados de 2018. Además, aunque la disminución en la inversión va en línea con lo observado a raíz de la crisis económica, fue una caída mayor a la esperada.
Considerando que la inversión es uno de los principales detonantes para la actividad económica del país y es un factor fundamental para lograr una mayor y más rápida recuperación económica en México, es importante seguir dando seguimiento al indicador y hacer lo posible para incrementarla en el corto plazo.