Pero vayamos a la raíz. En su mayoría, los países latinoamericanos tuvieron una formación similar en sus inicios. Son sociedades que sufrieron conquistas por parte de fuerzas o potencias externas, que tuvieron un proceso de mestizaje y sincretismo, que sus recursos fueron explotados y extraídos y que formaron una idiosincrasia muy peculiar.
Lo más característico de este proceso fue que surgieron naciones con estructuras oligárquicas poderosas y con lastres muy profundos en cuanto a pobreza, educación, inequidad y desigualdad de oportunidades. La desbalanceada distribución de la riqueza y la concentración exacerbada del poder económico (y político) creó desequilibrios extremos y dolorosos para estos incipientes países.
En el caso de México, con el pasar del tiempo y paulatinamente se fue formando y consolidando una clase trabajadora muy particular, la cual había tenido oportunidad de obtener una educación, ya fuera pública o privada, y que aspiraba a tener una movilidad social mayor a la que tuvieron sus padres y abuelos. Una característica inherente a ella era la heterogeneidad de profesiones e intereses; además de ello, contaba con una remuneración determinada y tenía acceso a servicios públicos de salud, educación, transportación, créditos a la vivienda, entre otros.
Es ahí en donde comienza a delinearse con matices y pinceladas la clase media mexicana contemporánea, con todas las limitaciones e implicaciones que este concepto pudiera contener. Evidentemente, este es un tema de mucha mayor profundidad.
De acuerdo a algunas encuestas y estudios (OCDE, INEGI, De las Heras), la definición de clase media mexicana radica primordialmente en relación al ingreso y número de habitantes en el hogar: ingreso de 15,000 pesos mensuales, 45-60% de la población. Sin embargo, aún con un respaldo metodológico, esto no alcanza para mostrar la realidad de un país de contrastes tan extremos como el nuestro y con más de 12 millones de personas en pobreza extrema.
Dados los claroscuros de nuestro querido México, es muy difícil determinar homogéneamente el concepto de clase media, pues encontraríamos una infinidad de sub-conceptos: clase media alta, clase media-media, clase media baja, urbana, rural, etc. Más allá de la percepción general e individual del concepto y significado de clase media y yendo delante de las variables de ingreso, debemos considerar una aproximación sociológica y una vertiente ideológica.