La vida pasa muy rápido, es algo que cuando se es joven es difícil darse cuenta, disfruten todo lo que puedan a sus papás, nuestro tiempo con ellos es limitado y pasa muy rápido; algo de la mayor relevancia: nunca les falten al respeto a sus padres, es algo de lo que estarán orgullosos. Desde las civilizaciones más antiguas y a nivel universal, los mayores siempre han sido respetados y valorados.
2. ¡Hagan amigos y cuídenlos! A los amigos si los escogemos y ellos a nosotros, diviértanse juntos, aprendan a bromear, pero también a dar y recibir un buen consejo, a compartir tiempo, hagan recuerdos juntos, apóyense en las buenas y las malas, sepan ser buenos amigos y cuídenlos en el tiempo, ténganlos cerca, son familia extendida; en todas las etapas de la vida se pueden encontrar amigos nuevos.
Igual de importante es, saber a quienes debemos mantener lejos, personas que son tóxicas o mala influencia.
3. ¡Sean positivos y agradecidos! Cuesta el mismo esfuerzo decidir vivir con una actitud positiva que con una negativa, solo que la negativa amarga a la gente. Elegir ser positivo en nuestra vida implica que, aún en las peores circunstancias, nuestra actitud va a ser proactiva y nuestro ánimo nos ayudará a encontrar soluciones, a sumar en lugar de restar; el ser agradecidos implica valorar a las personas y su impacto en nuestra vida, hay que cultivarlo, muchas personas sienten que merecen lo que los otros hacen por uno.
Y, ambas actitudes se contagian, ¡háganlo!
4. ¡Aprendan a pedir perdón! Tengan el valor de reconocer y pedir disculpas sinceras, entendiendo que, en ustedes está el disculparse, pero en los otros el aceptar la disculpa o no; si se disculpan con alguien de corazón y con humildad, aún y cuando no cambie la relación para bien con quien lastimamos, ustedes tendrán la tranquilidad de haber actuado bien, y en el mismo sentido, aprendan a perdonar, empezando por perdonarse a ustedes mismos al fallar.
5.- ¡Estén abiertos a aprender de todos! En nuestro camino tenemos la oportunidad de convivir con personas muy diferentes en educación, religión, nacionalidad, costumbres, posiciones sociales, etcétera. De todos se puede aprender algo, tanto de un profesor de la mejor universidad como de alguien que empaca las bolsas del supermercado.