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KM14: Evita el desánimo

Un replanteamiento puede ser: elevar mis variables predictivas en el deporte y los negocios aumenta mi probabilidad de éxito, apunta Jorge Cuevas.
sáb 15 agosto 2020 07:00 AM

(Expansión) – Si queremos mantener un buen estado anímico, ante un reto incierto, lo primero que tendríamos que preguntarnos es: ¿qué hace que una persona pueda sentirse afligida o motivada ante una misma realidad?

El mismo reto, ya sea el COVID-19, un maratón, un emprendimiento o una carrera profesional, pueden provocar diferentes reacciones, porque lo más importante no es el reto ante el que estamos, sino la manera en que nos lo planteamos internamente.

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En su libro “Are you fully charged?”, Tom Rath nos demuestra, a través de diferentes investigaciones, que la manera en la que interpretamos las cosas, es decir, el planteamiento y el significado que les damos, altera nuestros patrones de estrés y motivación. Y según el autor “el significado no ocurre de la nada, sino que uno mismo lo crea”.

Bajo esta perspectiva, la influencia que tenemos en nuestro estado anímico, independientemente de las realidades y nuevas realidades, es fundamental.

Una lesión puede ser una tragedia o una lección, un despido puede ser una injusticia o una oportunidad de rediseñarme como profesional, sin negar los hechos; en ambos casos tenemos múltiples opciones para replantear y re-significar lo sucedido.

Hay muchos caminos, te enumeraré algunos, pero hoy, en este espacio, quisiera compartirte el recurso que me ha ayudado a mantenerme entrenando sin ningún problema de motivación, durante cinco meses de pandemia.

Para replantearnos las cosas podemos:

- Hablar con personas que piensan distinto que nosotros.
- Centrarnos en los aprendizajes y no en los fracasos.
- Usar el sentido del humor.
- Buscar caminos alternativos.
- Cuestionarnos y cambiar nuestras metas.

Pero como te comenté, en esta ocasión me quiero centrar en otro aspecto, un recurso que es muy útil, cuando la incertidumbre no te deja planear, ni organizarte de manera tradicional. ¿De qué se trata? De no centrarte en el resultado final, sino en los predictivos.

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Veamos. ¿En qué se mide el éxito en tu negocio?, ¿cuál es el indicador clave y más importante de tu puesto de trabajo?, como deportista, ¿cuál es el resultado al que aspiras?

Quizá en tu negocio el éxito se mida en ingresos o rentabilidad, tal vez en tu puesto, en volumen de venta, quizá como deportista, en ganar un torneo o lograr una marca, pero, ¿qué crees? Enfocarte sólo en ese resultado podría ser una trampa. Una manera de sabotearte. Y más aún durante el maratón COVID.

Vamos a pensar que eres corredor de maratones y lo que quieres es la marca que siempre soñaste, sólo por poner un ejemplo, digamos que quieres hacer menos de tres horas, o menos de cuatro en un maratón, como tú quieras, no importa cuál sea la meta, lo que quiero es que te quede claro el concepto.

Tú traes entre ceja y ceja tu meta y vas con ese enfoque. Pero más que en la marca final, lo que te deberías preguntar es: ¿en qué me debo concentrar para aumentar mis probabilidades de éxito? Y entonces verás que aunque en este caso tu éxito se mide en cuánto tiempo haces en un maratón, tu enfoque debe estar en las variables que impactarán ese resultado, por ejemplo, ¿cuál es el peso o porcentaje de grasa ideal que necesitas para alcanzar esa meta de acuerdo con tu complexión?, ¿cuál debe ser tu cadencia?, es decir, la cantidad de pasos por minuto, ¿en cuánto tiempo debes lograr un kilómetro, cinco o 10?, ¿cuáles son los datos que estadísticamente me harán candidato a lograr mi marca?

Estos elementos son variables que predicen tus probabilidades de éxito.

En estos momentos, por ejemplo, no hay competencias, pero tú vas trabajando en estas variables, para que cuando puedas competir y entrenar para tu maratón, estés más fuerte, ligero, flexible y con tu corazón preparado.

Ahora vamos a conectar con tu carrera profesional o tu negocio.

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Probablemente tu éxito lo midas en tus ingresos o en el puesto que alcances, la pregunta sería entonces: ¿cuáles son las variables que aumentarían tus probabilidades?, ¿el dominio de idiomas?, ¿el manejo de ciertas habilidades?, por ejemplo, tu manera de contagiar, relacionarte, organizarte o interpretar datos, ¿tu habilidad con herramientas tecnológicas?, ¿tus relaciones con otros jugadores de tu industria?, ¿cuáles son las cosas en que debes y puedes trabajar?, con o sin pandemia, porque aunque no son directamente el resultado que buscas, impactarán directamente en tus probabilidades de éxito en el futuro.

La palabra clave: “probabilidad”.

Imagina que alguien te invita un cigarro, le dices que no fumas, pero te argumenta lo siguiente: “Fuma, porque igual todos nos vamos a morir y conozco gente que no fuma y se ha muerto de cáncer de pulmón”. ¿Qué le responderías? De acuerdo con este recurso de los predictivos yo le diría: “No fumo porque eso disminuye mis probabilidades de estar sano más tiempo, nada es seguro, pero esta es mi apuesta, y mi filosofía es aumentar mis probabilidades”.

Por supuesto que hay que soñar y pensar en el resultado final, pero si quieres lograrlo, necesitas concentrarte en las variables predictivas.

¿Cuáles son las cuatro o cinco variables que predicen el éxito en tu profesión?, ¿las conoces?, ¿niveles de networking?, ¿conocimiento de la materia?, ¿capacidad de vender ideas?

Posiblemente hoy no sea el mejor momento de tu industria, pero cuando el balón regrese a tus canchas, te tomará mejor preparado y bajo ese planteamiento, hoy te sentirás inspirado a trabajar en pequeñas cosas, estudiar, entrenar o relacionarte, que aunque en el corto plazo no hagan una diferencia, a la larga te harán ganar la partida.

La paradoja es que no concentrarte en el resultado final sino en las variables predictivas, te acercará más al éxito.

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Hace un par de años leí un libro del exjugador y actual técnico del Atlético de Madrid, Diego “El Cholo” Simeone, el libro se llama “Creer” y ahí “El Cholo” explica que él no sabía jugar futbol porque iba como todos, sólo persiguiendo la pelotita, hasta que entendió que el juego no se trataba de perseguir la pelota, sino de buscar el espacio, apostar a dónde podría llegar la pelota, lo que a lo largo de su carrera le permitió anotar 106 veces, bastantes para un mediocampista de corte más bien defensivo.

En situaciones apremiantes o retadoras como la que hoy estamos viviendo, es normal que muchas personas corran tras el balón, tras el resultado final, pero ¿qué pasaría si buscamos el espacio?, si nos fortalecemos para estar listos cuando el balón llegue a nuestro territorio.

Mi sugerencia es, apuéstale a los predictivos.

Buenos predictivos para el deporte: trabajar en tu peso ideal, porcentaje de grasa, flexibilidad, fuerza. No verás resultado en una semana, pero cuando vuelvas a competir, serás otro.

Buenos predictivos para los negocios: estudiar y aprender sobre data, tendencias, relaciones, manejo de emociones, tratar de entender las necesidades nuevas de mis clientes y mantenerme mental y físicamente saludable.

Un replanteamiento puede ser: elevar mis variables predictivas en el deporte y los negocios aumenta mi probabilidad de éxito para cuando el balón esté en mi espacio.

En el maratón y los negocios la carrera no sucede el día de la competencia, la carrera se gana con cada entrenamiento y decisión que impacta mis probabilidades de éxito, llámese levantarme a entrenar, no comer azúcar, estudiar un idioma o escuchar a mis clientes.

Nos vemos en el próximo kilómetro.

Nota del editor: Jorge Cuevas es corredor de fondo en la vida personal y profesional. En 20 años de carrera le han publicado 11 libros, entre ellos “MARATÓN” (corredor o no el enemigo está en tu cabeza). Se dedica a desarrollar ejecutivos y emprendedores con juegos innovadores que él y su equipo desarrollan. Es un corredor amateur-amateur que ha hecho ya 10 Maratones en diferentes lugares del mundo. Síguelo en sus cuentas de Twitter , Facebook e Instagram . Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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