En la ILIF, el gobierno federal estima los que serán sus ingresos en el 2021, mientras que en el PPEF planea el destino de éstos. Para el próximo año fiscal, el gobierno federal contempla gastos totales por 6 billones 295.7 mil millones de pesos – monto equivalente a alrededor de 25% del PIB –.
Para sustentar esos gastos, se contemplan ingresos por la misma cantidad, de los cuales Hacienda estima que 56% provenga de la recaudación de impuestos (ingresos tributarios), 15% de ingresos petroleros y 12% de endeudamiento interno, entre otros componentes.
Por su parte, los CGPE incluyen los pronósticos de Hacienda para el desempeño económico de México antes y durante el ejercicio fiscal, incluyendo variables como el crecimiento económico, el tipo de cambio y la producción petrolera del país. Para el cierre de 2020 pronostica una caída de (-)8.0% en el PIB nacional, mientras que en 2021 espera un repunte de 4.6% en la economía.
En realidad, los criterios son la base en torno a la cual giran tanto el ILIF como el PPEF, ya que el nivel de ingresos del gobierno federal – y, por ende, la posibilidad de financiar el gasto público – se calculan en función del desempeño económico: entre mayor producción, empleo y consumo, mayor es la recaudación de impuestos. Similarmente, cuando la producción petrolera del país aumenta, suele haber mayores ingresos petroleros (dependiendo de otros factores como los precios internacionales y el tipo de cambio).
En esta ocasión, los pronósticos incluidos en los CGPE son más optimistas que los presentados por otras organizaciones. Para el crecimiento económico, por ejemplo, la caída esperada por Hacienda en 2020 es menor a la que estiman instituciones como el Banco de México o el Fondo Monetario Internacional, de entre (-)8.8% y (-)12.8% y (-)10.5%, respectivamente.