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El estulto energético

¿La vocación de una nación es invertir en ser fiscalizador o facilitador?, cuestiona Ramses Pech.
mar 29 septiembre 2020 01:00 AM

(Expansión) – El gobierno federal confirmó el pasado 23 de septiembre, vía el SAT, que el país puede tener crecimiento económico por medio de la recaudación a los grandes contribuyentes, personas morales, personas físicas, sueldos y salarios.

El estulto energético proviene gran parte de la falta de una visión de negocio real a realizar de mediano a largo plazo, ante la falta de una misión y comparado con otros países que llevan décadas desarrollándola.

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¿Existirá en el siglo XXI un país capaz de cubrir toda la demanda energética dentro del mercado interno por medio de empresas nacionales del estado, y alineadas con las necesidades del crecimiento de la industria, comercio, turismo y población? El que pueda lograrlo deberá tener una mayor recaudación de ingresos en promedio de entre el 15 y el 20% del total.

Aumentar la recaudación no depende sólo de un plan a la eficiencia recaudatoria, bajar la evasión y elusión fiscal, sino que debe estar ligado a la implementación de mejores estrategias de cobranza y fiscalización, ya que esto solo será aplicado a un número de contribuyentes que actualmente forman el patrón. Las necesidades de la industria, comercio, servicios y población requerirán de mayores ingresos para poder cubrir cada necesidad para el crecimiento económico del país. Al no permitir el aumento del padrón de contribuyentes se tendrá como consecuencia inmediata, cada año, a tener un déficit mayor y en crecimiento al infinito.

La visión de esta administración es la creación de empresas del Estado para generar impuestos y cubrir las necesidades del país; tendremos entonces industria, comercio y servicios por parte de la nación. ¿Este planteamiento origina un crecimiento del padrón o simplemente circularíamos el dinero en forma constante en la economía mexicana?, ¿cuál es el rumbo del país?

Hoy, gran parte de los países separa su ideología de la administración de una nación para adaptarse en minimizar los riesgos financieros públicos, dejando que alguien tome por medio de inversiones nuevas lo que la misión del país requiere para su crecimiento.

En México, el 52% de la recaudación tributaria proviene de grandes contribuyentes, los cuales están conformados por empresas con ingresos anuales superiores a 1,517 millones de pesos, del sector financiero, industria petrolera, empresas extranjeras con operaciones en México. Empresas que integran sus resultados fiscales (Grupo de sociedades). Pemex y CFE dan un total de 11,980 contribuyentes.

Cada nueva administración debería tener la vocación de crear empresas como las anteriores para dar certeza a los ingresos del país o ¿con el número de contribuyentes estamos conformes para el crecimiento del país?, ¿en México queremos un crecimiento nulo o estar por arriba del 2%?

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Acotar, cerrar o mantener un número de empresas que generen movimiento de dinero constante es lo que realmente aumentará los ingresos, debido a que no todas las empresas tienen una vocación, que está plasmada en sus actas constitutivas. Veremos empresas que migrarán de crear alimentos a ¡perforar pozos!

¿La vocación de una nación es invertir en ser fiscalizador o facilitador? Hoy día ya se ha tenido éxito en los programas de disminución a pagos no realizados por contribuyentes y con base en el volumen de ventas de participación en el segmento del mercado acorde a su vocación. El monto recuperado indica en sí mismo el máximo que puede contribuir cada empresa a los ingresos del país, y ante la contracción económica se vislumbra que no puedan aportar el mismo monto en los próximos años. ¿Quién la sustituirá o qué empresa nueva habría?

En la actualidad se invierte en energía entre 1.1 y 1.2 billones de pesos entre privados y empresas productivas del Estado, y generan ingresos tributarios que contribuyen al gasto de la nación para su crecimiento. Pero si acotamos la inversión sólo publica y mantenemos constante la privada por un periodo, el déficit presupuestario aumentará y nos llevará a pedir créditos, colocar deuda o depender de recursos financieros para poder cubrir el gasto en forma anualizada, al mantener en un límite el número de contribuyentes con base en una misión del control del dinero en el país y determinando quién sí puede invertir. ¿Generará crecimiento?

¿Cuál es el fin de combatir a la corrupción? Es el saber en qué parte del camino de la misión se desvió el crecimiento o en crear una misión a partir de cómo llegar a ella, integrando a cada contribuyente que no tiene miedo de invertir en nuestro país.

Nota del editor: Ramses Pech es analista de la industria de energía y economía. Es socio de Caraiva y Asociados-León & Pech Architects. Síguelo en Twitter y/o en LinkedIn . Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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