Pymes seguirán adoptando iniciativas sugeridas por los grandes fabricantes

En el entorno empresarial se debe evitar que la brecha digital se haga más grande, por lo que se requieren políticas públicas que incentiven la inversión privada, opina Francisco Barrenechea.

(Expansión) – Pasados los meses del confinamiento impuesto a la actividad económica del país por la crisis sanitaria del COVID-19, el Banco de México, confirma en su informe trimestral de abril a junio de este año, un decrecimiento anual del Producto Interno Bruto (PIB) de entre un -8,8% y un -12.8%. Adicionalmente, durante la última semana de agosto, el Secretario de Hacienda, Arturo Herrera, vaticina para el curso actual una caída del PIB más grande que la sufrida en anteriores crisis económicas (1932, 1994, 2009) y falta de recursos (“guardaditos”) de cara al próximo.

Ante la evidencia de los datos, parece que todo han sido malas noticias, pero para algunos sectores industriales, la crisis ha sido aprovechada para realizar una transformación digital y de sus modelos de negocio, los cuales invitan a tener cierto optimismo. De momento, el sector de telecomunicaciones ha sido el gran ganador porque las empresas han invertido en conectividad para facilitar el trabajo remoto a sus empleados y ha permitido la operación de varias de ellas para aminorar el impacto de la crisis. Otro dato importante a destacar es la continuidad de operaciones y actividades en las áreas urbanas y/o con acceso a internet.

Sin embargo, poblaciones o áreas rurales que no tienen conectividad a internet, hacen que la brecha digital o de conectividad aumente, provocando graves impactos económicos y sociales en su entorno en el medio y largo plazos. Tal como se ha comentado en el entorno empresarial de nuestro país, se debe evitar a toda costa que la brecha se haga más grande, por lo que se requieren políticas públicas que incentiven la inversión privada en este ámbito (y otros).

Adicionalmente, se ha demostrado en los años recientes que la digitalización permite el funcionamiento de economías sustentables y la aparición de nuevas oportunidades de negocio.

Tal como he comentado, México cuenta con casi 1 millón de establecimientos de venta de productos de consumo al por menor, los cuales son coloquialmente conocidos como tienditas o misceláneas y que suponen el sustento de muchas familias. La crisis económica provocada por el COVID-19 ha puesto en jaque a muchas de ellas. Sin embargo, no todo son malas noticias. Diversas empresas fabricantes de productos de consumo, entendiendo la importancia que tienen las tienditas en la economía del país y en la venta de sus artículos, han lanzado diversas iniciativas para proporcionarles apoyo.

Han entendido que, a falta de políticas públicas, la iniciativa privada tiene que tomar “el toro por los cuernos” y realizar una permeabilización de la digitalización de esas pymes y del ciudadano común. Se ha definido un enfoque de uso ético de la digitalización para promover la continuidad de los negocios, a través de la creación de un entorno de confianza, de solidaridad y de seguridad.

Sin duda, la pandemia del COVID-19 ha cambiado dramáticamente los hábitos de consumo de los consumidores y ha provocado que estas empresas y las del sector del retail buscaran consolidar soluciones actuales y buscar otras más innovadoras como las ya citadas anteriormente, para garantizar las ventas y la continuidad de su negocio. Destacan entre todas ellas, el espectacular crecimiento del e-commerce.

Y aunque no lo creas, las tienditas han adoptado iniciativas sugeridas por los grandes fabricantes en ese sentido y les han facilitado el acceso a micro-créditos a través de Fintechs para financiar su capital de trabajo. También ya se está comenzando a implantar la utilización de diversos medios de pago electrónicos, mejorar la experiencia del cliente durante la compra, facilitar el acceso a la venta de nuevas categorías y formatos de productos, etc.

Las nuevas reglas del consumo | #CómoReactivarMéxico

Es destacable a lo largo de este período, la importancia que ha tenido el factor humano para crear soluciones rápidas, innovadoras y de gran aceptación por diversos actores. Se han conseguido avances en tiempo récord sobre algunos de los principales paradigmas de nuestra idiosincrasia del país, tales como, el uso intensivo del efectivo, el fraude, la baja penetración de uso de medios de pago digitales en gran parte de la población, uso y confianza en el uso de aplicaciones móviles, etc. Se debe continuar en esa línea y sin escatimar esfuerzos.

Respecto al sector de productos de consumo, sugerir mayor colaboración entre las distintas empresas que han creado e implantado muchas de las soluciones comentadas a lo largo de este artículo. Se están perdiendo sinergias y capacidades de ejecución de forma más rápida y eficiente. A ese nivel, la oportunidad de crear nuevos modelos de negocio y de colaboración sigue estando allí.

A pesar de lo profundo de la crisis que vivimos, México saldrá reforzado de esta situación por la inversión y generación de propuestas de alto valor que ha promovido la iniciativa privada. Aprendamos y aprovechemos las oportunidades de cambio que ofrece la digitalización tanto para las empresas como para los ciudadanos. Continuemos educando y colaborando con aquellos que tienen una brecha digital importante. Empeñémonos y exijamos a la administración pública inversiones en este ámbito.

Nota del editor: Francisco Barrenechea es Director de Industria, productos de consumo en Everis México. Síguelo en

. Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.