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De la esquina a la nube: el futuro del comercio minorista

La dirección hacia un modelo digital-tradicional permite abordar a dos generaciones que efectúan modalidades de compra distintas, señala Eduardo Durazo Watanabe.
jue 03 septiembre 2020 08:01 AM

(Expansión) – Ya sea para conseguir los ingredientes básicos del desayuno dominical en familia o para solventar antojos imprevistos de media noche, las tienditas de la esquina, esos motores silenciosos de la economía que dan sustento a más de 5 millones de mexicanos, son elementos característicos del paisaje urbano y rural de nuestro ecosistema, formando parte de la identidad y la cultura de la comunidad.

Estos “changarros” generacionales han mantenido, durante décadas, una disputa con tiendas de autoservicio que ofrecen mayor variedad y eficiencia, además se han visto afectados por la falta de capacidad competitiva contra cadenas mercantiles superiores en cuanto a canales de distribución, precios e imagen corporativa.

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Sin embargo, la presente pandemia y el distanciamiento social han traído tanto beneficios como retos para las tienditas de la esquina, y nos llevan a la pregunta: ¿cuál será el futuro para los mercados minoristas en la economía mexicana?

Entre los efectos generales percibidos notamos una considerable inclinación por productos saludables, el quebrantamiento de la lealtad de marca y una transición al comercio electrónico y hacia otras alternativas digitales, esto se refleja en el cierre de más de 150,000 tiendas según un estudio de Bain & Company.

No obstante, se ha efectuado la reorientación de las prioridades destacando la disponibilidad, cercanía y conveniencia como criterios para decidir dónde y cómo comprar.

Estos efectos han generado una disminución del 52% en la frecuencia de visitas a mercados y una temporal inclinación hacia establecimientos de mayor cercanía, lo que impulsa la posibilidad para que las tienditas implementen nuevos métodos, estrategias y herramientas tecnológicas en sus modelos de negocios agregando valor a su oferta y potencializando una relación a largo plazo con sus consumidores.

En 2019 el valor del e-commerce creció casi 50% con respecto al 2018, lo cual supone una oportunidad significativa para los impulsores de la economía local, quienes se han distinguido por su cercanía no solo geográfica, sino también por la confianza que generan en sus consumidores.

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El comercio electrónico se integra de distintos canales digitales

Plataformas digitales como “Tiendita Cerca” permiten incursionar en los canales digitales sin costos adicionales que comprometan su operación, destacando su valor y reforzando su modelo de negocios, aprovechando estratégicamente el redireccionamiento del consumo local.

Una base elemental para que las transacciones en línea se lleven a cabo satisfactoriamente en las plataformas digitales es el sistema bancario. Lamentablemente, la mayoría de los mexicanos desconocemos las herramientas virtuales que ofrecen las instituciones financieras debido a la brecha generacional y a la cultura de comprar de manera presencial todo lo que necesitamos.

Estos elementos suponen un reto indiscutible para las tienditas debido a que sus operadores cuentan con escolaridad limitada. Cuando este fenómeno se presenta en circunstancias críticas, surge la oportunidad para crear una unión de colaboración y comunicación intrafamiliar, donde los más jóvenes integran sus conocimientos digitales en apoyo a la necesidad de reinventar y reestructurar un negocio que sostiene a la familia y dinamiza la economía local.

Por ejemplo, los nacidos en el boom de la era digital aprovechan la oportunidad de comprar 24/7, ahorrar tiempo, comprar a precios más competitivos sin necesidad de salir de casa.

En cambio, existen aquellos que se niegan a aceptar nuevas tecnologías por escepticismo a su eficacia y/o eficiencia, creencia de robo de información y la posible clonación de tarjetas de crédito o débito, optando por seguir con su modalidad física de compra.

La reformulación de nuevos modelos de negocios en supermercados y tienditas deben basarse en el perfil de sus consumidores, esto implica saber no solo qué quieren, sino cómo lo quieren comprar. Entre tienditas siempre se ha observado una similitud en su manera de operar, ejemplo de ello es la reciente implementación de cajas registradoras con computadora; cuando recién empezaron a ser utilizadas, los demás negocios se dedicaron a observar, analizar y replicar.

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La pandemia acelera la revolución 4.0 en las empresas

Los pequeños mercados deben animarse a explotar sus ventajas de competencia, confianza y cercanía con los clientes, empleando plataformas que permitan tener una mayor oferta para pago de servicios como las recargas telefónicas.

Con la creación de grupos de WhatsApp la comunicación es más personal y permitirá realizar pedidos semanales con algún tipo de descuento adicional, así como los “fiados” podrán solicitar sus productos otorgando solo la referencia de una tarjeta que respalde su compra, o la entrega a domicilio en un radio razonable.

La base para que exista una mayor prosperidad en estos micro mercados es el cambio de paradigma transaccional, ya que depende de las tienditas desarrollar, integrar y adaptar herramientas digitales para sobrevivir a las transformaciones que se han acentuado con la pandemia, y de los consumidores el garantizar su subsistencia, para así conformar un proceso recíproco donde los recursos circulen y se multipliquen dentro de la comunidad.

Nota del editor: Eduardo Durazo Watanabe labora en el Centro de Estudios Vitivinícolas de Baja California, CETYS Universidad. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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