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Amor (al e-commerce) sin barreras

¿Cómo lograr que el bajo nivel de bancarización en México deje de ser un freno para un crecimiento potencialmente mayor de las ventas en línea?, cuestiona Javier Robles.
lun 14 septiembre 2020 06:17 AM

(Expansión) – En la primera parte de nuestra reflexión , sobre el impacto de la pandemia por COVID-19 en el crecimiento y la evolución (quizá forzada, pero necesaria) del e-commerce en nuestro país, llegábamos casi al final a la siguiente pregunta: ¿Cómo lograr que el bajo nivel de bancarización en México (el más bajo de Latinoamérica, según un estudio de Minsait) deje de ser un freno para un crecimiento potencialmente mayor de las ventas en línea?

La respuesta a priori sería enfocar las caballerías en analizar, planear y ejecutar lo necesario para lograr bancarizar a más gente, quizá empezando por aumentar la flexibilidad de los servicios financieros para poder incluir a más personas (considerando a su vez muchos factores ad hoc sobre cómo funciona el grueso de la economía de nuestro país).

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Pero lo anterior no solamente queda fuera de las manos de quienes deberían ser los más interesados en que eso ocurra, desde la perspectiva de un mayor crecimiento del e-commerce (los retailers o cualquier otro tipo de empresa que venda sus productos o servicios en línea), sino que no es una tarea ni tan sencilla ni tan rápida de lograr como suena solamente el decirlo, sino más bien una transformación multivariable que depende también de muchos jugadores.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera más recientemente elaborada (ENIF 2018) por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (“INEGI”), en los últimos seis años registrados en dicha encuesta se dieron importantes avances en materia de inclusión financiera, puesto que el número de personas adultas que cuenta con una tarjeta de crédito o de débito creció a doble dígito.

Sin embargo, al analizar cómo las personas integran los servicios financieros a sus actividades cotidianas, la realidad muestra claramente que aún existe un largo camino por recorrer, ya que hasta ahora la “inclusión financiera” ha servido más como un medio por el cual la gente accede al efectivo, pero se observa que para todos los tipos y tamaños de transacciones medidas en la encuesta, el efectivo es POR MUCHO el medio predominante de pago utilizado (93% en promedio, contra un 4% con tarjeta de débito y 1% con tarjeta de crédito).

Siendo así esta cruda realidad, toca entonces pensar en aquellas formas en que las propias empresas proveedoras de productos y servicios en línea puedan lidiar con esto y trabajar creativamente en lo que sí está bajo su control: Flexibilizar y viabilizar sus métodos aceptados de pago y, aunque ya hemos visto un gran avance, yo me atrevería a pensar en que para los más visionarios y enfocados en la experiencia del cliente lo mejor está apenas por venir:

Consideremos como ejemplo algunas acciones de grandes jugadores como Amazon y Mercado Libre, que actualmente ofrecen la opción de utilizar sus propias tarjetas de prepago, recargas anticipadas en su monedero electrónico o pagos mediante dinero en efectivo a través de tiendas de conveniencia como Oxxo y 7-Eleven; incluso, hasta préstamos personales a través de figuras como Mercado Crédito. Todo esto abre grandes posibilidades para ser más incluyentes al habilitar al e-commerce como una real y masificada alternativa, brindando más opciones de pago que solo la tarjeta de débito o crédito.

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Estas estrategias también son utilizadas por muchos retailers importantes en el mercado, quienes además tienen la posibilidad de apalancarse de forma importante de su presencia física (tiendas) y de su músculo financiero, ofreciendo tarjetas de crédito comercial (no bancario) muy fáciles de obtenerse y que pueden utilizarse por igual en las tiendas como al hacer compras a través del canal de e-commerce.

Otra alternativa es el incluir plataformas digitales fintech de pago, y hoy en día son muchos los sitios que cuentan con soluciones como PayPal, Mercado Pago y recientemente con otras como Kueski Pay, una plataforma que otorga préstamos personales para poder pagar al comprar en línea a los comercios afiliados, ofreciendo la opción de saldar los pagos debidos mediante el uso de efectivo en Oxxo o en ventanilla o practicaja de BBVA Bancomer.

Finalmente, y considerando un estudio de Deloitte (“Hábitos de los consumidores móviles en México”, 2019) donde se resalta que el smartphone es el dispositivo más utilizado por los consumidores de nuestro país, este hecho representa una enorme puerta de entrada para el e-commerce, como ya lo han demostrado empresas como Uber, Cabify, Cornershop y Rappi, además de que esto también facilitará la adopción de más tecnologías como NFC y otros métodos “touchless” para pagos electrónicos.

Personalmente confío en que la inclusión financiera seguirá cubriendo progresivamente a más sectores de la población, pero para poder por ahora “invitar a todos a la mesa” de los beneficios, la comodidad o incluso hasta las promociones exclusivas del canal de e-commerce, la opción que más oportunidades capitalizará en el corto plazo será la de viabilizar el pago en efectivo, a través de diferentes y creativas alternativas a ofrecer.

Nota del editor: Javier Robles es Regional Account Manager de Latinoamérica Norte para Manhattan Associates. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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