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Estrategias para la planeación financiera ante la incertidumbre

En un entorno en el que priva la volatilidad y no hay antecedentes de una crisis similar, los planes basados en factores aportan objetividad, apunta Francisco Silva.
mar 20 octubre 2020 11:59 PM

(Expansión) – Estamos en el cuarto trimestre de 2020, época en la que los directores de Finanzas (CFOs) ya se prepararan para realizar su planeación para 2021. A diferencia de los años anteriores, en esta ocasión lo harán en un entorno de negocios y económico complicado y lleno de retos.

Las repercusiones de la pandemia por el COVID-19 se sentirán en el mediano a largo plazo, algo que deberán tomar en cuenta para diseñar los planes financieros, y que destacarán la necesidad de añadir agilidad y una nueva visión a los proceso de planeación tradicionales.

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Más aún, la nueva realidad demandará hacer una revisión más frecuente de dichos planes, además de apretar las tuercas en el camino a medida que se registren eventos inesperados y las condiciones económicas y sanitarias varíen.

Los CFOs no solo se enfrentarán a estos escenarios, también a otras variables para las que necesitarán aplicar nuevos enfoques y métodos los cuales, de no funcionar correctamente, tendrá que ser rápidamente para así aprender y volver a intentarlo a fin de avanzar con mayor prontitud y conocimiento.

Así, en una época de incertidumbre e inestabilidad, estos profesionales y sus organizaciones enfrentan también factores como el desarrollo y modelado constantes de escenarios, la falta de confianza en las proyecciones futuras, la urgente necesidad de tomar decisiones y definir los cursos de acción, un marco poco claro para tomar decisiones, y criterios ambiguos para manejar las contingencias y un excesivo consumo de recursos.

De ahí que este sea un momento crucial para integrar un plan de acción objetivo que ayuda a contrarrestar la incertidumbre y mejorar los procesos para desarrollar una planeación más dinámica y efectiva. A medida que los CFOs preparan para el año fiscal 2021, seguir estrategias específicas podría ayudarles a lograrlo y darle al negocio la resiliencia y robustez para prosperar en la nueva era.

En principio, es fundamental obtener la retroalimentación de las unidades de negocio antes de establecer las metas. De este modo, el equipo a cargo de la planeación financiera puede establecer y comunicar las metas tomando en cuenta las condiciones específicas y obtener resultados más realistas y efectivos.

A su vez, las organizaciones deben adoptar una mentalidad de planeación probabilística basada en rangos para poder anticipar escenarios. Esto significa que pueden utilizar la volatilidad que han observado en este tipo para definir rangos con probabilidades asignadas y planear para una serie de resultados, al tiempo de considerar la probabilidad de que ocurran, lo que les ayudará a estar preparadas a entender y proyectar el impacto en distintos niveles.

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Otra de las estrategias clave es fortalecer los escenarios mediante una planeación fundamentada en los factores predominantes; esto significa seguir una lógica de planeación a fin de vincular más estrechamente los resultados financieros con los factores económicos y organizacionales.

En un entorno en el que priva la volatilidad y no hay antecedentes de una crisis similar, los planes basados en factores aportan objetividad; los resultados históricos ya no son un indicador confiable del desempeño a futuro en la economía volátil actual.

Respecto a los ciclos de revisión “en fases”, éstos permiten ajustar el enfoque a partir del entorno que cambia constantemente. De este modo, las organizaciones se concentrarán en sesiones de evaluación dedicadas a una meta específica, considerando el entorno operativo actual, como puede ser un cambio de la rentabilidad a la liquidez o la gestión de gastos de corto plazo. Asimismo, pueden establecer conversaciones específicas que se necesitan para actuar de una manera más analítica, algo que es muy necesario hoy.

Por último, otra estrategia radica en enfocarse en las actividades que van a añadir valor. La actual coyuntura abre una oportunidad para que las empresas y los CFOs evalúen qué actividades realmente van a agregar valor, como parte de un proceso de planeación constante, a fin de acelerar y redireccionar los esfuerzos que se dedicaban al proceso de planeación financiera para desarrollar un enfoque más ágil que sea altamente útil en 2021 y los años por venir.

Sin duda, serán acciones que los CFOs llevarán a cabo no solo en el último trimestre sino a lo largo del 2021, afrontando alta volatilidad e incertidumbre, pero aplicando su amplia experiencia y las lecciones aprendidas en los últimos seis meses.

Nota del editor: Francisco Silva, Socio de Strategy, Performance & Operations en Consultoría, Deloitte México. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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