¿Quieres dinero a cambio de tu basura? | #QueAlguienMeExplique
En México, el potencial de generación eléctrica con biomasa es de casi 4,000 MW, de los cuales 40% pueden generarse partir de residuos durante los próximos 10 años, de acuerdo con datos de la Secretaría de Energía. A pesar de que la Prospectiva de Energías Renovables prevé 402 MW en plantas de generación distribuida con biomasa para 2028, hay pocos proyectos en México de gasificación de biomasa o combustión de residuos sólidos urbanos.
Ante este vacío, las biorefinerías se pueden integrar a los procesos tradicionales de procesamiento de biomasa. El propósito: optimizar el uso de los recursos y minimizar el desperdicio, lo cual maximizaría los beneficios y la rentabilidad de la industria.
¿Son económicamente factibles las biorefinerías?
Para que las biorefinerías sean un negocio atractivo para municipios e inversionistas socialmente responsables debe realizarse un análisis costo-beneficio. ¿Qué nos revelan experiencias de los últimos años? Primero, hay evidencia que sugiere que los sitios de disposición final deben estar cerca de las biorefinerías para reducir los costos de transporte.
Además, el procesamiento debe adaptarse a las condiciones locales en términos de climáticos y de desarrollo urbano. También, los gobiernos deben establecer regulaciones claras para evitar que los contaminantes de los desechos se transfieran a los productos y que estos sean susceptibles de reutilizarse bajo un enfoque de “residuo cero.”
Las tecnologías emergentes siempre son fuente de escepticismo por parte de gobiernos e inversionistas. La idea de necesitar subsidios o incapacidad de alcanzar economías de escala es un miedo común. Sin embargo, después de años de mejoras tecnológicas, las biorefinerías ya no son consideradas una tecnología emergente.
La Agencia Internacional de Energía proyecta que la inversión de gas natural se transfiera a gases renovables, como el biogás y el biometano. De la misma forma se espera que para 2040, 40% de la inversión en gas esté concentrada en procesos renovables. Además, los pronósticos señalan que la instalación de biorefinerías incrementará 25% hacia 2025, particularmente en China, Estados Unidos y Brasil. En México, no podemos quedarnos atrás.
Promover una visión de economía circular desde los gobiernos locales
La promoción de biorefinerías es una forma innovadora de atender la creciente generación de residuos sólidos urbanos, los cuales son responsabilidad de los gobiernos locales. No sólo brinda la oportunidad de disminuir impactos ambientales y sociales negativos, sino que puede resultar benéfico para las finanzas públicas.
¿Cómo aprovechar esta oportunidad? Aquí unos cuantos consejos: Mejoremos los esquemas de separación de basura para un proceso más eficiente de refinación, cooperemos entre gobiernos locales para intercambiar experiencias exitosas, integremos a los trabajadores informales que viven del reciclaje de desechos, y establezcamos estándares medioambientales a partir de nuestras realidades locales.
El futuro inteligente para nuestra humanidad es circular y sustentable; y los gobiernos locales tenemos una gran tarea por delante.
Nota del editor: Rodrigo Osorio Díaz es titular de la Agencia Estatal de Energía de Puebla. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
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