La crisis económica en México por el COVID-19 y sus consecuencias en el consumo de energía
De la misma manera, países productores de petróleo, como México o Brasil, podrían aprovechar el hidrógeno para reducir su dependencia en los hidrocarburos. La estrategia chilena es sin duda ambiciosa, ya que contempla cuatro ejes para un progreso acelerado bajo un enfoque de bienestar energético: transferencia de conocimiento, fomento a la producción y exportación, regulación, y desarrollo social y territorial.
La industria del hidrógeno verde tiene el potencial de generar valor social, económico y ambiental a partir de la mejora de ecosistemas en áreas como capital humano, infraestructura, modelos de negocio, o diversificación productiva; otros países latinoamericanos lo saben.
OPINIÓN. Agenda verde: por una visión de desarrollo sostenible
Colombia, en este momento, tiene abierta una licitación para la investigación, desarrollo e innovación de cuatro áreas prospectivas de producción de hidrógeno. Paraguay está diseñando una ruta estratégica, de la mano del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para el uso de este combustible en el sector de transporte. Argentina abrió, hace más de 10 años, la primera planta de hidrógeno verde en el mundo.
El hidrógeno verde nos permitirá alcanzar un objetivo mucho más ambicioso que llegar a la luna: mitigar el cambio climático y alcanzar las metas de carbono-neutralidad en 2050. En México tenemos la ventaja de nuestro amplio potencial en energías renovables, las cuales son un factor clave para la industria del hidrógeno verde.
OPINIÓN: ¿Ayuda realmente la pandemia a detener el cambio climático?
Su desarrollo requiere del apoyo directo gubernamental para mejorar su competitividad. Es decir, se debe adoptar un enfoque que guíe el avance tecnológico del hidrógeno verde con regulación actualizada y subsidios focalizados que tracen una ruta resiliente para su adopción.