Alrededor de todo el mundo se han planteado preocupaciones sobre las clases a distancia. Primero, porque existe evidencia de que la interacción social juega un rol crítico en el aprendizaje y el desarrollo de las y los niños. Segundo, porque este modelo educativo está enfatizando las disparidades entre poblaciones.
Hasta el momento, mucho se ha hablado de las condiciones sanitarias necesarias para regresar a clases, pero poco se ha dicho sobre un plan para regularizar a las y los alumnos. Los niños y jóvenes llevan ocho meses tomando clases a distancia y es muy probable que esto se haya traducido en rezagos para la mayoría de ellos.
Desafortunadamente, y con miras al presupuesto que se estará discutiendo esta semana, el gasto programado para la Secretaría de Educación Pública ( SEP ) en 2021 se espera que tenga un crecimiento real de un 1% en comparación con el de 2020. Asimismo, se proyectan caídas en las aportaciones federales para educación que recibirán los estados y municipios.
Estos cambios sugieren que para las autoridades este reto no es tan importante en comparación con otros rubros (como energía), a pesar de que pudiera tener efectos trascendentales para la competitividad a largo plazo de los alumnos y del país.
OPINIÓN: El reto actual de los alumnos sin acceso a internet (offline)
De acuerdo con un artículo de The Economist , si los gobiernos fracasan en compensar este rezago, las nuevas generaciones de talento podrían reducir sus ingresos de por vida en 15 mil dólares (ajustados por paridad de poder adquisitivo). También el porcentaje de alumnos que reprueban en desempeño de lectura y matemáticas podría elevarse de un 53% a un 68%.