Si a esto se le agrega que las personas tienen diferentes etapas de desarrollo cognitivo (Piaget), psicosocial (Erickson), emocional (Goleman), y con diferentes competencias tecnológicas el tema se eleva en complejidad.
El aprender y trabajar desde el hogar son dos procesos en los que la tecnología es clave. Se describe a continuación tres escenarios pasando de cero a un alto acceso en Tecnologías de la Información.
Pensando en el México sin acceso a TI, el escenario se centra en tareas con papel, lápiz, libro de texto gratuito y lo que está a la mano. En este espacio, la labor se enfoca en desarrollar competencias prácticas con tecnología de “pie descalzo”.
Por ejemplo: lectura de comprensión, expresión oral, seguir instrucciones, preservar alimentos, reparar la casa, inventar comida, cuidar plantas y animales entre otras. El maestro es hermano mayor, mamá y papá que enseñan al menor. La versión moderna es la Au Pair o tutor, que sin título, apoyan a los niñ@s en su desarrollo escolar.
El segundo panorama, además de lo anterior, agrega televisión y teléfono. Funciona la red nacional de televisión con el programa “Aprende en Casa” y el WhatsApp, por lo que la sinergia entre TV de gobierno y privada permite llegar al 78% del país. En esta modalidad, se establece un horario específico para ver las sesiones de clase por nivel, lo cual exige autodisciplina para que el niño o joven atienda la clase.