Recordemos que la energía es un negocio creado de necesidades por los humanos y no por los seres vivos. La nueva forma de conciencia virtual ha iniciado, mutando a:
Aprovechamiento o Rechazo = Energías primarias – Creación de Portadores de Energía (Transformación con Tecnología) – Utilización + Captación de Calor + Captación de Carbono + Reutilización + Reciclar.
Estas últimas cuatro variantes esperan que el flujo de energía al 2050 pueda ser/estar en alrededor del 65 - 75% en el aprovechamiento.
Los primeros pasos para adaptar el postulado es que cada país debe determinar el flujo de energía; de dónde proviene la materia primaria (local o importada) y/o cuánto toman de los recursos naturales; determinar los tipos de tecnologías disponibles a futuro (avances tecnológicos), y determinar cuántas serán aprovechadas y cuánta realmente se usa de forma directa.
En cada proyecto se deberá adicionar un proceso o control de los contaminantes que se generan y cuáles son las acciones que se realizan para la captura (existen estudios de impacto ambiental en el antes y después, pero no un monitoreo real continuo).
Adicionalmente, las políticas públicas deberán crear una transición energética, no basada en porcentajes de la utilización de una tecnología que crea portadores, y centralizada solo en la parte eléctrica; debe ser ampliado el espectro que considere cuánto es necesario tomar de la naturaleza, control de medición de cada tecnología utilizada y cuyo objetivo es saber el número de aprovechamiento o rechazo de lo tomado de las energías primarias.
El mundo ha entendido que la energía fue mal concebida y utilizada, nos llenamos de soberbia al utilizar a la naturaleza sin retornarle lo que tomamos de ella, lo que dio a lugar a la envidia con la ira entre las naciones, concibiendo relaciones comerciales que llegaron a una avaricia sobre las energías primarias.
No debe haber competencia entre los hidrocarburos con el aire, agua o elementos descubiertos y plasmados en la tabla periódica para saber cuál es el mejor, todos provienen de la naturaleza.
México deberá saber qué se necesita para este cambio, aunque solo estamos apostando a inversiones públicas de acuerdo con el plan de infraestructura presentado hasta el momento.
La energía no tiene ideologías y la naturaleza está reaccionando.
Nota del editor: Ramses Pech es analista de la industria de energía y economía. Es socio de Caraiva y Asociados-León & Pech Architects. Síguelo en Twitter y/o en LinkedIn . Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
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