Como resultado, la brecha negativa de tasas se amplió en esos meses, dado que la tasa de referencia interbancaria disminuyó a una velocidad mayor que la tasa neutral. La creciente brecha negativa de tasas es consistente con la ampliación de la brecha negativa del producto.
Por lo tanto, las condiciones monetarias se movieron desde territorio ligeramente restrictivo en los primeros tres meses del año hacia territorio expansivo de abril a septiembre, cuando la tasa nominal fue recortada por última vez para quedar en 4.25% y la tasa neutral nominal se situó en alrededor de 5.50%. Dado que la tasa interbancaria ha permanecido sin cambio en los últimos tres meses del año, y la ampliación de la brecha del producto se ha detenido, las condiciones monetarias han empezado a ser ligeramente menos expansivas en el último trimestre.
En diciembre, la tasa de referencia interbancaria se situó 90 puntos base por abajo de la tasa neutral, brecha menor a los 120 puntos que reportó en septiembre.
El nivel “relativamente” alto de la tasa nominal de interés de referencia da la impresión de que el Banxico tiene todavía espacio monetario para continuar recortando el precio del dinero. Sin embargo, el mandato monetario anti-inflacionario le impone una fuerte limitación al manejo monetario, ya que la inflación estructural (subyacente) aún permanece por arriba del objetivo de 3% y más cerca de 4%.
Si la tasa de interés interbancaria se reduce más en los meses siguientes, las condiciones monetarias se volverían más expansivas, dado que la reducción de la tasa neutral está llegando a su límite ante la estabilización de la brecha del producto generada por una economía en recuperación. Sin embargo, eso agregaría combustible a la inflación en un ambiente de condiciones monetarias extra expansivas, lo cual podría forzar al Banxico a revertir el relajamiento monetario más pronto que tarde.
En este sentido, si bien existe un “aparente” espacio para recortar la tasa interbancaria nominal, el riesgo de detonar una inflación iría en contra del mandato monetario del banco central: mantener la estabilidad de precios a través de preservar el poder adquisitivo de la moneda.
Nota del editor: Alfredo Coutiño es Director para América Latina en Moody’s Analytics. Síguelo en Twitter . Las ideas expresadas son de la exclusiva responsabilidad del autor y de ninguna manera deben ser atribuidas a la institución para la cual trabaja.
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