La pandemia "congela" la educación de millones de niños en Latinoamérica
Por otra parte, se tiene el paquete de competencias propias de las áreas de intelecto en las cuales se desarrollan los nuevos trabajos y este último segmento es el más difícil de lograr. La razón es que la ciencia, la tecnología, la inteligencia artificial, el aprendizaje de máquinas, la realidad aumentada, los robots que se integran en todos los ámbitos laborales están generando disrupciones inesperadas.
En este sentido los maestros en las comunidades universitarias y más desde la enseñanza en línea tienen el reto monumental de instruir, desarrollar académica y profesionalmente a sus alumnos.
Hoy día los catedráticos en México, tanto en las instituciones públicas como privadas, se han visto obligados a cambiar sus conductas, modificar sus hábitos, desarrollar sus competencias digitales, expandir su comunicación con medios tecnológicos, experimentar con la enseñanza móvil, innovar en sus presentaciones gráficas, colaborar remotamente, atender grupos masivos y además de todo esto… mantener un equilibrio emocional y personal que los mantenga como autoridad social.
De hecho, esta será la característica de todo educador que se quiera mantener vigente en su labor: un maestro que investiga, innova y se mantiene al día. El elemento esencial que se debe de agregar a esta actualización permanente es el enfoque de los programas universitarios en la educación para el empleo y el emprendimiento. Esta es la parte más sutil del problema.
Los trabajos cambian y la formación debe vincularse en forma directa a estos cambios por arriba del cumplimiento de los requerimientos de los programas si quiere impulsar realmente al desarrollo profesional y personal de los universitarios.
El aprendizaje basado en estas dos premisas es la única forma de permanencia en un mundo cambiante. Y para esto se requieren súper docentes que estén trabajando y además compartiendo su experiencia en las aulas, sean remotas, híbridas o presenciales.
Las grandes crisis generan soluciones a su nivel. Los profesores universitarios han afrontado el reto de actualizarse, adaptarse y utilizar las herramientas a su alcance para seguir impulsando el desarrollo académico y profesional de sus estudiantes.
Las nuevas competencias docentes integran: habilidades transversales que lleven a manejar con tecnología el aprendizaje de grupos masivos, el enfoque a la enseñanza basada en competencias para el empleo y el emprendimiento con un sentido ético.
Este perfil pedagogo exigido por la realidad ha transformado a los educadores en héroes silenciosos y súper docentes actuando con los límites de la realidad educativa nacional.
Nota del editor: Rafael Campos Hernández es Rector Institucional de Aliat Universidades. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
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