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La pandemia abrió otra caja de Pandora en las empresas

Las empresas tienen la oportunidad de plantearse una nueva estrategia en el cuidado de los empleados (...) una enfocada en la educación para el cuidado de la salud, señala Santiago Fernández.
jue 14 enero 2021 05:00 AM

(Expansión) – Más allá de los efectos ya conocidos, esta pandemia generó un reto relevante para las empresas sobre el cuidado de los empleados. Al tomar acciones para proteger a sus empleados del coronavirus, las empresas se percataron de la proporción de empleados vulnerables que forman hoy su plantilla, debido a que presentan problemas de obesidad, hipertensión o diabetes, y la falta de correlación entre los beneficios y servicios instalados y las necesidades más profundas de los empleados.

Uno de los beneficios complementarios que proporcionan algunas empresas a sus empleados, adicional a la seguridad social, para el cuidado de la Salud es un seguro de Gastos Médicos Mayores, para enfermedades graves u hospitalizaciones y, en algunos casos, programas de wellness, comida saludable, acceso a nutriólogos y gimnasios, entre otros, que hoy dejan ver que no han servido para hacer una población más saludable.

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En retrospectiva, parece evidente que un empleador se preocupe que sus empleados gocen de salud física y mental, que sean productivos y que no falten por enfermedad como se ha visto durante esta pandemia por la COVID-19. Sin embargo, los beneficios establecidos a la fecha no están diseñados con ese objetivo.

Hoy, ante esta crisis de salud de las plantillas de trabajo, las empresas tienen la oportunidad de plantearse una nueva estrategia en el cuidado de los empleados, pasando de una gestión de beneficios desconectados, a una enfocada en la educación para el cuidado de la salud.

Para hacerlo, hay tres pilares fundamentales que deberán considerar en su estrategia: migrar de beneficios en caso de enfermedad a beneficios de salud integrados, gestión inteligente de datos, y foco en la gestión del cambio de comportamiento de los empleados para que sean responsables de su salud.

Para migrar los beneficios no solo es necesario contratar nuevos servicios, sino aún más importante enfocarse en las cosas relevantes. El primer paso es invertir en programas de salud de detección temprana y de atención primaria. Está demostrado que aquellos beneficios para colaboradores que no están conectados con la salud de la población son una inversión sin retorno.

Poder conectar los servicios será importar contar con un manejo de datos integrado por el proveedor, para conectar los expedientes médicos, servicios de salud e identificar poblaciones en riesgo o enfermas, y ligarlos con programas de cuidado. El área de Recursos Humanos de las empresas tendrá que analizar tendencias de grupos poblacionales, pero resistir la tentación de conocer el estado de salud ya que no solo son datos privados y sensibles, sino que esto podría generar una menor participación y desconfianza de los empleados.

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Sin embargo, el reto más importante de este cambio recae en cómo convencer al empleado mantenerse sano. Parecería intuitivo que exista un interés individual en procurar la salud. Desgraciadamente esto no es así, y aún con conocimiento de las consecuencias de los hábitos que ponen en riesgo nuestra salud, a las personas no nos es natural cambiarlos, menos cuando implica un esfuerzo de corto plazo por la promesa de un beneficio – percibido como intangible – de mediano y largo plazo.

Esta es una oportunidad para las empresas de implementar desde ahora cambios, que realmente ayuden a mantener la población de empleados sana y que permita a todos estar mejor preparados cuando llegue la siguiente pandemia.

Nota del editor: Santiago Fernández es Vicepresidente de Autos, Daños y Salud en AXA México. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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