Aceptemos la realidad, la pandemia te está obligando a que te organices y gestiones mejor tu tiempo.
Si te es difícil administrar tu tiempo, algo que probablemente te ocurre es que pospones tus tareas.
Los motivos por los que pospones pueden ser varios. Te comparto las razones más comunes de mis clientes y qué les ha ayudado a resolverlo.
¿La tarea a realizar es tediosa y desagradable?
Si eres de las personas que la administración no es tu fuerte, es probable que el cierre de mes con sus respectivas operaciones para revisar las ventas, los gastos y la nómina etc. no te haga ilusión.
Lo mejor es que establezcas esta tarea como la primera del día para que no le des más tiempo a que te siga atormentando.
Otra opción es que capacites a alguien y la delegues. También ayuda que dimensiones cómo esta labor impacta en tu estado de ánimo. Por ejemplo, lista las emociones agradables que detonas en ti si la llevas a cabo (serenidad, orgullo y esperanza) y las desagradables, cuando no la realizas a tiempo (culpa, enojo y frustración).
Este tipo de labores, si dejas que se acumulen, son como una bola de nieve. Entre más la pospones, más crece. No dejes que se amontone porque al final será como el monstruo de mil cabezas que no sabrás ni por dónde empezar. Busca realizarla en un lugar solitario o un horario tranquilo que favorezca tu enfoque.
¿Dependes de otras personas para que se realice la tarea?
Sí, ahora trabajando de manera remota es probable que no puedas avanzar en lo tuyo porque requieres que alguien del equipo te mande cierta información.
Utiliza una herramienta de gestión de trabajo para equipos y que fija una cronología precisa con la persona.
Te confieso que cuando trabajo con grupos grandes y requiero que todos cumplan con una tarea suelo fijar fechas límites falsas anteriores a la reales para que haya un margen de tiempo por posibles retrasos.